Arsenal-Real Madrid, la precuela

La rivalidad entre el Real Madrid y el Arsenal se limita a una eliminatoria: la de los octavos de final de la Champions 2005-06, resuelta con un solo gol en 180 minutos, el de Thierry Henry en el Santiago Bernabéu.

La primera vez que los jugadores del Real Madrid visitaron Highbury, el viejo campo del Arsenal, fue en agosto de 1925. Pero no fue para jugar un partido. Durante el que era el primer viaje del club blanco a Londres, la expedición fue invitada a presenciar en directo el Arsenal-Tottenham. Ese partido abría el 29 de agosto el campeonato de Liga, lo ganaron los Spurs 0-1, y los madridistas presenciaron en directo la aplicación de la nueva regla del fuera de juego.

Se pasaba de tener que haber tres contrarios entre el receptor y la línea de gol a solo dos. El motivo era que el Newcastle se había convertido en un especialista en provocar el offside gracias a sus centrales, Hudspeth y McCracken.

Hasta 1962 no hubo un partido entre Arsenal y Real Madrid. A esas alturas, el equipo blanco ya se había enfrentado a un buen puñado de equipos ingleses entre partidos amistosos y oficiales.

Después de dos temporadas sin ganar la Copa de Europa, tras haber conseguido cinco seguidas, el Madrid arrancó la temporada con un amistoso que es histórico: la visita a Accra para jugar ante una selección de Ghana.

Con Del Sol traspasado a la Juventus, el largo verano servía para ver a las caras nuevas: Amancio, Daucik, Zoco, Müller...

Bob Wall y sus ‘trucos’

El 12 de julio, Bob Wall, secretario del Arsenal, anunció el acuerdo con el Madrid para que el equipo blanco jugara un amistoso en Highbury. Wall es aún hoy una leyenda del equipo gunner. Creció en el barrio y, desde 1928 hasta su muerte en 1977, estuvo ligado a la directiva del club. Su libro Arsenal from the Heart (Arsenal desde el corazón) es un maravilloso recorrido por la historia del club.

Entre otras muchas cosas, cuenta cómo fichó a David Jack en 1928. En la reunión con los directivos del Bolton Wanderers para cerrar la operación, corrió el alcohol. Con una diferencia: Wall se encargó de que lo que servían en los vasos de los negociadores del Arsenal tuviera la mitad de alcohol. En esa diferencia estuvo el regateo del precio.

En 1962, el Arsenal trataba de formar un equipo capaz de acercarse al que ganó tres Ligas seguidas en los años 30. Para ello, contrató a un gigante para su banquillo: Billy Wright, 105 veces internacional con Inglaterra y 90 partidos como capitán. Pagó 70.000 libras al Torino por el fichaje de Joe Baker y quiso medir su potencia ante el pentacampeón de Europa.

Cuando llegó el partido, el 13 de septiembre, el Arsenal estaba inmerso en una crisis de cuatro derrotas seguidas en la Liga y en una batalla legal contra la Federación de Gales.

El club del norte de Londres reclamaba 20.000 libras a causa de la lesión de su portero Jack Kelsey. El meta galés debía retirarse a causa de una lesión de espalda que se produjo ante Brasil en mayo de 1962 en una jugada con Vavá. Además, el Arsenal reclamaba 5.000 libras para su jugador.

"No es el que era, pero..."

El Madrid llegó a Londres desde Glasgow, donde el día 10 había derrotado al Celtic por 1-3. Manolín Bueno, lesionado, tuvo que volver a Madrid tras el partido en Escocia.

“Podemos asegurar que cuando damos la bienvenida a jugadores y directivos del Real Madrid no lo hacemos solo en nombre del Arsenal, sino en el de todos los entusiastas del fútbol que hay en Inglaterra”, aseguraba el club de Highbury en el programa que publicó para el partido.

Con 0-0 hasta la hora de partido, el Madrid ganó de manera contundente: 0-4, con los dos primeros goles de Gento, otro de Puskas y el primer tanto de Daucik con la camiseta blanca.

“Ya no es el monarca de Europa, pero estos viejos maestros pueden convertir en ordinario a cualquier equipo inglés sin apenas sudar”, se leía en la prensa londinense del día siguiente. Los titulares resaltaban el juego a medio gas del equipo de Muñoz. Para los ingleses, fue impactante una jugada en la que los madridistas conectaron más de 20 pases seguidos sin que los jugadores del Arsenal fuesen capaces de hacer nada.

Una semana después, en el homenaje a Zárraga, el Manchester United ganaba 0-2 al Madrid en Chamartín.