Arda Güler llegó a Madrid pesando 62 kilos... y el carrusel de lesiones que sufrió el futbolista en su primera temporada de blanco frenó el plan que tenía marcado el club blanco su perla. Superado el primer objetivo, uno que consistió en aumentar la masa muscular para ganar ocho kilos de músculo, el cuerpo técnico marcó la siguiente fase del programa especial para estar en igualdad de condiciones con el resto de la plantilla. "Ahora es más potente, más resistente y con la misma calidad. Va a ser una temporada importante, con más protagonismo que el año pasado", confesó Ancelotti durante la pretemporada blanca. Sin embargo, a sus 20 años recién cumplidos la realidad es que casi nada ha cambiado con respecto a la temporada pasada.
Arda Güler no está jugando todos los minutos que le gustaría en el Real Madrid. En lo que va de temporada, el turco apenas ha disputado 1.051 minutos repartidos en un total de 28 encuentros con la camiseta blanca. "Leo que hay un Caso Güler, pero ese caso no ha llegado aquí. Es un proceso para él y para todos los jóvenes. Pasó con Rodrygo, Vinicius, Valverde... Necesita tiempo para incorporarse a la mejor plantilla del mundo. Todo el mundo lo entiende y el que no lo entienda, tiene que hacerlo", explica Ancelotti. Y es que al italiano no le falta razón. La brutal competencia en la zona de ataque blanco y el gran estado de forma de los cuatro de arriba (la BMVR) no ha permitido casi rotaciones en el esquema blanca... y Arda, que partía con ventaja sobre sus competidores en el banquillo, ha visto como todos le han pasado por encima en la lucha por minutos. De ahí que incluso haya estado hasta cinco partidos seguidos sin salir a jugar (Atlético, eliminatoria frente al City, Osasuna y Girona) y que su único refugio lo haya encontrado en la Copa (4 titularidades).
Su versión más encorsetada
Sus ganas de aprender y mejorar le han ayudado a mejorar físicamente, comprometerse más en defensa y tratar de estar en o con el balón el mayor tiempo posible sin perderlo en exceso. Su cuerpo ha mutado para poder competir en la élite, pero a su fútbol le seguía faltando algo indispensable para entrar en los planes de Carlo. "Estoy todos los días con ellos. Todos los días le veo más o menos contento y es normal. No quiero ver a un jugador feliz cuando no juega. Veo a un jugador que trabaja, aprende y quiere jugar", aseguró el italiano para seguir la línea de Lucas Vázquez en pretemporada: "Tiene potencial, una gran actitud y muchas ganas de aprender". Su zurda envidiable y su finalización "irreal" como definió en su día Toni Kroos le ayudarán a triunfar en la élite... pero para tener minutos en el Madrid lo esencial era terminar de pulir a un futbolista que necesitaba más capacidad para entender el juego y seguir instrucciones tácticas. O lo que es lo mismo, encorsetar un poco su fútbol para darle más regularidad y no tanto destello, espectacular pero demasiado fugaz.
A lo largo de los 83 minutos que estuvo en el campo, Güler realizó 42 toques y completó 21 de 26 pases, lo que equivale a una efectividad del 81%. Sin embargo, sus estadísticas revelan una falta de impacto ofensivo: solo creó una oportunidad y no realizó ningún disparo a puerta. Y es que el turco ha entendido un plan del cuerpo técnico... que le hace 'desaparecer'. Es la versión menos brillante de todas, pero la que más encaja en el esquema. Frente a la Real Sociedad no fue el que más destacó de los hombres de arriba, pero sí el que más trabajó. Así se lo hizo saber Carlo, que al ser sustituido en la segunda parte, aplaudió la salida de su pupilo y se fundió en un abrazo con el turco. La primera prueba del plan blanco con el 15 salió bien y ahora falta terminar de pulir una perla que puede aportar mucho más de lo mostrado hasta la fecha. "Todos van a los entrenamientos con concentración y disciplina, esto es algo que he aprendido aquí y que me ayuda a superarme aún más cada día", no duda en explicar el centrocampista turco mientras termina de entender un plan que le convertirá en un futbolista mucho más completo.
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