Dos puñaladas... y unos cuantos sustos

Ganar la ida de una eliminatoria europea es casi garantía de éxito absoluto para el Madrid. Hasta en 39 ocasiones los blancos se impusieron en el primer partido lejos de su estadio, y pasaron 37 veces. Es un 94,87% de efectividad a lo largo de la historia del club en los torneos continentales. Por eso, las dos veces que fue eliminado en el Bernabéu tras haber ganado el partido previo a domicilio aún se recuerdan en el hormigón del coloso de La Castellana.

Para evocar la primera no hace falta irse muy atrás en el tiempo. Fue en la campaña 18-19, tras ganar tres Champions seguidas con Zidane y Cristiano, que ya no estaban en el Madrid cuando el Ajax despedazó a los blancos en el Bernabéu tras perder 1-2 en Ámsterdam. Un resultado engañoso (el equipo de Ten Hag fue muy superior al de Solari) que hizo que incluso Sergio Ramos forzara una tarjeta -hecho reconocido por él mismo tras el partido- para llegar limpio a cuartos. Una ronda que el Madrid no jugó, pues el Ajax goleó en Madrid (1-4) y puso fin a la segunda mejor racha del club blanco en la Copa de Europa. Fue el final de un equipo de leyenda que, pese a todo, ya había iniciado la reconstrucción, y que volvería a reinar en Europa sólo tres temporadas después.

El otro precedente es más lejano, pero igualmente doloroso en el recuerdo de varias generaciones de madridistas. En la temporada 1994-95, el lujoso Madrid dirigido por Jorge Valdano recuperó de forma brillante la Liga para el club del Bernabéu, pero protagonizó un bochorno inolvidable en la Copa de la UEFA ante un rival de escasa enjundia. El Odense danés estuvo a la altura de lo esperado en el partido de ida, que ganó el Madrid 2-3 con goles de Zamorano, Amavisca y Laudrup. Nadie daba un duro por los nórdicos de cara a la vuelta, y seguramente menos que nadie Valdano y su equipo. El técnico rotó y el equipo se vino abajo tras un inesperado gol del Odense a falta de 15 minutos. El 0-1 aún daba el pase al Madrid, pero los blancos fueron incapaces de gestionar la inesperada situación de pánico y vieron cómo los daneses, en la última jugada del partido, les dejaban fuera de Europa. 

En ese 37 de 39 que parece sonreír al Madrid hay, pese a todo, varias eliminatorias en las que se vivieron situaciones límites en el Bernabéu tras ganar la vuelta fuera. Sin ir más lejos, la temporada pasada, en el primer cruce (octavos), el Leipzig estuvo a punto de remontar el 0-1 (Brahim) con el que el Madrid logró volverse de Alemania. Un resultado engañoso que no desanimó al equipo de Red Bull, que en la vuelta logró empatar un tanto de Vinicius y asedió con saña la portería de Lunin hasta el último aliento. 

Ese runrún del miedo tan reconocible se ha vivido en varios partidos de la última década. En los seis título ganados por el Madrid entre 2014 y 2024 ha habido varias eliminatorias que se han puesto en arameo en los partidos del Bernabéu. En la 21-22, los blancos vieron cómo el Chelsea remontaba el 1-3 de la ida y les ponían al borde del abismo, del que los rescató un pase de exterior de Modric y un remate de Rodrygo, antes del remate definitivo de Benzema en la prórroga. 

En la 17-18, la última campaña del ciclo imperial del Madrid de ZZ, el equipo superó una situación absolutamente límite en cuartos ante la Juventus pese a ganar la ida por 0-3, el día de la famosa chilena de Cristiano ante Buffon. La defensa del Madrid, de nuevo sin Ramos tras forzar tarjeta en la ida, naufragó ante el juego aéreo de la Juve, y sólo un penalti de Benatia sobre Lucas cuando todo apuntaba a la prórroga salvó a los blancos. Que, en la ronda posterior, semifinales ante el Bayern, vivieron una situación similar, aunque no tan angustiosa. El Madrid ganó 1-2 en el Allianz, pero en el Bernabéu un tempranero gol de Kimmich llevó la inquietud a las gradas. El equipo reaccionó y logró voltear el marcador, pero un gol de James puso al Madrid en otra situación límite, de la que salió como buenamente pudo. 

Una temporada antes, en la 16-17, de nuevo el Bayern llevó al límite al Madrid después de perder en casa. Un doblete de Cristiano dio ventaja a los blancos tras un penalti inexistente señalado a Carvajal. Otra pena máxima, ya en Madrid, fue convertida por Lewandowski para poner a los alemanes por delante en el Bernabéu. Cristiano empató, pero un autogol de Ramos mandó el partido a la prórroga, con 10 los alemanes tras la expulsión de Vidal. En el tiempo extra, dos goles de CR7 y otro de Asensio dieron al Madrid un pase mucho más sufrido que lo que parecía tras la ida. 

Otro equipo alemán, el Schalke 04, estuvo a punto de dejar helado al Bernabéu en la 14-15, pese a que el Madrid le había hecho nada menos que nueve goles en un cruce en el camino a la Décima. Tampoco parecía que un año después el equipo de Gelsenkirchen fuera a imponer mucha resistencia tras perder la ida en casa por 0-2. El Schalke, sin nada que perder, jugó sin miedo en el Bernabéu, logrando dos goles a los que el Madrid respondió a través de Cristiano (doblete) y Benzema. Sin embargo, los germanos logaron primero el empate a tres y, a falta de 10 minutos, el 3-4 tras un golazo de Huntelaar, ex del Madrid. La recta final del partido fue una agonía para los blancos, que resistieron como buenamente pudieron.