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Carlo Ancelotti ha sido capaz de que su equipo marque un gol en una final de la Champions, circunstancia que se ha dado en muchas ocasiones por cierto, y no mover una pestaña. Ni en las remontadas del Bernabéu. Era el hombre que mantenía la calma y pedía tranquilidad a todo el mundo. Sin embargo, ante Las Palmas, se vio a un Ancelotti celebrando como pocas veces los goles. El primero... el cuarto y los tres anulados. Nada que ver con el equipo canario, por supuesto y sí con algo de liberación por la tensión vivida en la última semana.
Si la derrota en sí ante el Barcelona dolió y mucho a jugadores y técnicos del Real Madrid, lo generado después, elevaron el castigo moral para unos y otros. El entrenador del equipo blanco lleva a sus espaldas muchas batallas y momentos de mucha tensión, pero ha llegado a decir en Valdebebas que el clima del partido del pasado jueves ante el Celta, jamás lo había vivido. Los silbidos y la crítica van de la mano del fútbol y más en un puesto como el de entrenador del equipo madridista, pero la sensación que tuvieron en el vestuario blanco, fue mucho más allá de lo habitual.
Tensión acumulada
Ancelotti ha intentado dar un giro al ambiente y restar tensión, especialmente a los futbolistas, que lo primero que hicieron fue estar al lado de Tchouameni. El técnico notó un clima exagerado, que se centraba en lo personal en muchos momentos, de ahí que intentara apartar a la plantilla del foco. Cada gol, y más con el inicio con el tanto de Las Palmas, fue una liberación, celebrada como merecía la ocasión. No era una final de Champions o una remontada europea, pero sí un soplo de tranquilidad, que va a servir para recuperar la normalidad en el día a día desde lo más alto de la clasificación.
La crítica es más dura con el Madrid que con los demás
En todo momento, el técnico ha sentido el respaldo de los futbolistas, puesta en duda en distintos foros. Y lo siente desde la charla que tuvieron después del partido ante el Milan. No hubo divorcio y los propios futbolistas se lo demostraron al entrenador reaccionando, tal y como demuestra la clasificación tanto en Liga como en Champions.
Lo que más ha sorprendido tanto al técnico como a los propios dirigentes es la desmesurada crítica tras el partido ante el Barcelona. Notan y perciben muchas ganas. Entienden los pitos, pero no el ensañamiento que ha existido. "Creo que la crítica es más dura con el Madrid que con otros equipos, sí. Hay crítica y hay crítica, los pitos son críticas que duelen, es la afición que no está contenta, y eso motiva. Es un toque de atención. Lo del Celta fue un toque de atención útil para el equipo, hemos sacado una buena versión.
Pocas veces los goles han servido para tanto. Ancelotti lo expresó como nunca, pero es que la realidad dice que lo vivido el jueves en el Bernabéu, dejó tocado a todo el equipo, que necesitaba goles y buen juego, de ahí la respuesta del entrenador a cada gol logrado ante Las Palmas.
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