Los jugadores se 'saltaron' el plan de Ancelotti

Es evidente que el Real Madrid falló con estrépito ante el Barcelona y lo bueno es que en nada hay otra oportunidad para intentar olvidar algo que quedará en la memoria del madridismo durante mucho tiempo. No es fácil dejar atrás una segunda goleada en una temporada a manos del Barcelona, pero si algo tienen este equipo y este entrenador es saber voltear situaciones límite, esa que en Yeda en momento alguno pudieron acercarse. De todo se aprende. La lección debe ir hacia los futbolistas y el propio Ancelotti. Los primeros por aquello de que bajar los brazos no se permite en la elite y el otro por y para morir con sus ideas. Por cierto, no ha existido cuestión al técnico, sí búsqueda de soluciones. Nadie con un escudo del Real Madrid en el pecho ha hablado con el agente de Xabi Alonso sobre el técnico, pero sí de otras cosas. Se piden cambios, pero no revoluciones. Aparecerá Asencio, Güler y quizás algún canterano más, pero Ancelotti tiene claro que los que tienen que dar la vuelta a esto son los importantes, las referencias, esos que pusieron en duda su esfuerzo ante el Barcelona.

Con la BMW, pero con condiciones

Carlo Ancelotti estaba decidido al inicio de la temporada a que en determinados partidos, los considerados grandes, la presencia de los cuatro considerados titulares por todo el mundo (Vinicius, Mbappé, Bellingham y Rodrygo) no podía ser posible, en un intento de equilibrar más el equipo. Lo cierto es que hasta la Supercopa, en ninguno de los partidos ante rivales top los cuatro no habían coincidido de inicio sobre el césped salvo en el choque ante el Borussia Dortmund. Más que nada por las lesiones. Ni Barcelona, Atlético, Athletic, Liverpool o Milán vieron a la BMW más Rodrygo salir de inicio. De hecho, cuando coincidieron la consecuencia, fue ver a Bellingham fuera de sitio. Regresó a su zona de influencia y ahí está la racha voladora del inglés.  

Sin embargo, la entrega y el sacrificio mostrado en últimos partidos, llevaron al italiano a confiar en que ese trabajo y ese equilibrio que mostraron, podría ser efectivo ante el Barcelona. Todo saltó por los aires pronto y la ausencia de trabajo en algunos jugadores (ya se lo he dicho propio entrenador) llevó al fracaso al planteamiento inicial. Por cierto, aquello de jugar al patadón durante toda la primera parte, fue cosecha propia de los jugadores, y no por una indicación técnica, que ha sido otra de las cosas por las que se ha sentenciado a Ancelotti.

No quiere decirse que los cuatro no puedan jugar juntos. Lo volverán a hacer, pero en determinados partidos, la idea que ahora tiene el técnico y que tuvo durante muchos meses es aquello de lo de reforzar el centro del campo con un cuarto jugador. La ausencia de mentalidad defensiva, llevará, de una manera definitiva, a prescindir de uno de los de arriba en partidos semejantes. Decidido.

Valverde, al lateral

El desequilibrio a la hora de defender que llegó de la mano de la ausencia de sacrificio salvo momentos puntuales, provocó que determinados jugadores sufrieran más de la cuenta en aquello de proteger la portería de Courtois. Sin ayuda, todos son menos defensas y más cuando estás fuera de sitio. Lucas Vázquez y Tchouameni son jugadores reconvertidos y aunque en el caso de antes extremo, ya lleva tiempo haciendo las veces de defensa, los partidos exigidos le llevan a una situación límite. Y sin colaboración del amigo sufre ante el enemigo. Ante el Barcelona, curiosamente, no apareció por ningún lado.

Para este tipo de partidos, la primera idea del técnico era la que mostró ante Liverpool, es decir, Valverde como lateral y Lucas Vázquez, saliendo ya con el partido empezado, circunstancia que sabe leer bien, tal y como sucedió en Anfield. El problema ahí llega con lo que se pierde a la hora de que el uruguayo abandone su posición preferida, es decir, el centro del campo. La carencia, por culpa de las lesiones, de dos posiciones como el lateral derecho y la de central, han llevado a toma de decisiones confusas, algo que ha sufrido el equipo.

Tchouameni y Asencio

El entrenador del Real Madrid nada tiene en contra de Asencio y de la cantera, pero lógicamente por delante hay jugadores que son patrimonio del club, como por ejemplo Tchouameni (costó 80 millones de euros). No es por las malas cara, es el por el convencimiento por una manera de llevar los grupos y los intereses de la entidad. A Ancelotti no le ha temblado el pulso en lo de sentar a otros jugadores como ha hecho con Modric (Ceballos está por delante suya en la rotación), Rodrygo o Kroos en temporadas anteriores. Quizás hayas tenido que pasar lo de la Supercopa, para que el orden se invierta, pero las lógica llamó para seguir confiando en el francés. Lo que tampoco va a hacer será exponerle en demasía.

El control del juego

Desde el adiós de Kroos se quedó un vacío en el centro del campo. Existió, a todos los niveles, un convencimiento de que con Camavinga, Tchouameni y Valverde iba a dar para controlar y dominar los partidos, algo que se ha demostrado que no es así. Se va cambiando, se prueban situaciones, pero no aparece el centro del campo dominador. Ancelotti lo sabe y lo sigue buscando...en casa.