Solo Mbappé se salva en el caos

Kylian Mbappé vivió con amargura su segundo Clásico como jugador del Real Madrid. Ya cayó 0-4 en el de Liga el pasado mes de octubre y ahora el Madrid se llevó cinco. La diferencia, aunque al delantero no le va a servir de consuelo, es que esta vez fue el único que dejó buenas sensaciones entre los madridistas mientras que en su primer duelo ante los azulgrana fue el gran señalado por sus fallos y por caer en el fuera de juego.

“Sí, ha sido el mejor”, comentó Carlo Ancelotti en los micrófonos de Movistar cuando le preguntaron que Mbappé podía ser la única nota positiva de la mala noche de Arabia.

La verdad es que Mbappé jugó un gran partido, eclipsado lógicamente por el dominio y la superioridad absoluta del Barça. Pero el Madrid abrió el marcador con un golazo del francés, perfecto en la carrera, en el dribling ante Balde y en el remate ante Szczesny.

Mucho más que el golazo

Pero no fue lo único. Poco después de marcar, volvió a firmar una galopada espectacular, imparable, hasta que por mala fortuna resbaló y se llevó encima el pisotón involuntario de Koundé. El 9 blanco tuvo que ser atendido y en la segunda entrada de los médicos pidió que le vendaran el tobillo. Le costó entrar, pero fue ganando confianza y siempre fue el jugador más peligroso para la zaga azulgrana.

Kylian provocó también la expulsión del portero del Barça y que propició el gol de falta de Rodrygo. Y firmó también un taconazo espectacular para asistir a Bellingham, ya con el partido sentenciado. Y tuvo alguna más, como una buena jugada dentro del área que terminó con un excelente remate que sacó con una mano Iñaki Peña.

Goles en las tres finales

Mbappé no ha podido firmar su tercer título con el Real Madrid, pero ha marcado en las tres finales que lleva disputadas. Marcó ante el Atalanta en la Supercopa de Europa, el primer gol ante el Pachuca en la final de la Intercontinental y ayer ante el Barça en la Supercopa de España abrió de nuevo el marcador.

La buena noticia también para Mbappé es que mostró a un gran tono durante todo el partido. Hace ya varias semanas que el galo había dado muestras de su ascenso, pero le faltaba un partido completo. Araujo, que entró por el lesionado Iñigo Martínez, vio la amarilla y tampoco pudo con el ex del PSG en toda la segunda parte.