El Leganés se agarra a a Primera con uñas y dientes. La victoria ante el Espanyol le mantiene con vida en la lucha por la permanencia, mientras que los blanquiazules siguen sin poder sellar la permanencia de forma matemática. Parecía que el Lega iba a tener victoria plácida al ponerse con un 3-0 a su favor. Sin embargo, el equipo se vino abajo físicamente en los últimos minutos y terminó pidiendo la hora. A los catalanes les faltó tiempo para haber podido llevarse algo positivo de Butarque.
No fue una semana fácil para Diomandé. En su mente no paraba de proyectarse una y otra vez la clarísima ocasión de gol que falló la pasada jornada en el Sánchez-Pizjuán ante el Sevilla. Una acción difícil de digerir para un chaval de 18 años que acaba de llegar al primer equipo por la trascendencia que tenía para el equipo. Alguien tuvo que hablar con él para quitarle toda esa responsabilidad que no le pertenece asumir.
Lo cierto es que Diomande repetía en el once de Borja Jiménez y el jugador agradeció la confianza de su entrenador marcándose un partidazo que no olvidará.
El costamarfileño encontró una autopista en la banda izquierda que no se cansó de recorrer una y otra vez en ambos sentidos, porque si destacó en su aportación ofensiva, su implicación defensiva también fue notable. Con su gol, el que significaba el 2-0, no pudo reprimir la atención y rompió a llorar.
Para el Leganés el partido era una final y eso se notó desde el minuto 1. Imprimiendo más intensidad al juego que su rival. La presión alta del equipo pepinero le permitió generar un caudal ofensivo desconocido en el estadio de Butarque. En un intento por salir con el balón jugado del Espanyol llegó el primer gol. Cissé tocaba lo justo para quitarle la pelota a Urko y que le llegara a Raba. La asistencia de este la enviaba a la red Cissé para adelantar al Lega en el marcador.
Diez minutos después llegaba el tanto de Diomande, que finalizaba una perfecta jugada entre Tapia y Dani Raba, tras deshacerse de Calero con un poco de fortuna, porque le benefició el rebote. Era el 2-0 que hacía justicia al juego de ambos equipos.
La segunda parte comenzó con un intento de Tapia de sorprender a Jon García desde prácticamente el centro del campo que no fructificó por poco. El Espanyol se estiró tímidamente y Alejo Veliz estuvo a punto de marcar tras una buena jugada de Romero. Fue un espejismo, porque el Leganés volvió inmediatamente a la carga.
No faltó la polémica. Alberola Rojas sacaba amarilla a Jon García por una falta fuera del área. El VAR llamó al colegiado para que valorase una posible roja y la decisión final fue quitar la amarilla al meta al Espanyol al entender que no hubo o.
Una falta botada por Dani Raba acaba en la red de la meta perica tras una desafortunada acción entre Jon García y Kumbulla. Era el 3-0 que parecía liquidar el partido. Sin embargo, el Espanyol sacó su orgullo y puso las cosas difíciles hasta el final a su rival. Cabrera recortaba distancias de cabeza a la salida de un córner y el VAR anulaba un tanto a Cheddira en el 90 por fuera de juego. Hubiera supuesto el 3-2 con los seis minutos de añadido que había concedido Alberola Rojas por disputarse. La anulación del tanto se celebró Butarque como un gol propio.
Los últimos minutos fueron un asedio constante del Espanyol con llegadas constantes y Dmitrovic luciéndose. El gol de Pere Milla en el 97' llegó demasiado tarde para los visitantes porque ya ni se llegó a sacar de centro, decretando el colegiado el final del partido.
Comentarios