Gran victoria del Rayo Vallecano en el siempre complicado feudo del Alavés, con muchos sustos durante el partido, pero con la firmeza defensiva y el olfato en ataque de un aspirante a Europa, que además ha encontrado una perla donde no esperaba, la inspiración de un Pedro Díaz que tiene gol (golazos) y el pase que se buscó en James y se ha encontrado en este.
El Rayo colocaba en defensa a un debutante como Pelayo para frenar a Kike García y sus 11 goles, y por delante a sus tres-cuatro mejores goleadores, aunque lleven pocos, pero son muchos anotando. Y funcionó.
En los locales, recuperaba todos los efectivos el Chacho Caudet al fin para asentarse en el horizonte de sucesos, fuera de la zona de descenso pero no pudo estirar la racha de tres partidos sin perder. Sivera, que volvía a defender los palos locales, se zampó en el primer minuto el maravilloso giro de cuello en salto de Pathé Ciss para clavar el 0-1 en el primer córner. Tercer gol del senegalés, los tres para poner en ventaja a su equipo.Tremendo rendimiento.
En la devolución, a los 5', Abqar casi venga el gol con un semifallo de Batalla que acabó en el larguero, balón sacado en la raya por Aridane y remate fuera. Imposible que no entrara, pero cierto.
Aunque más imposible fue el pseudopenalti fallado por Jordán en el 14', tirado a lo Panenka con la fuerza de Bernardo Silva ante el Madrid, flojo y al centro. Una birria. Jugándose el descenso, la gente en la grada se quedó ojiplática y Coudet dando patadas al suelo. Chavarría se lo había hecho arrollando como una locomotora en un cruce a Tenaglia.
El doble mazazo para el Alavés fue como saltar por los aires, y con todo no le perdió la cara al partido rascando en cada balón y peleando cada duelo como ese Mouriño-Nteka, un combate de sumo en cada balón. El Rayo era muy desordenado en sus salidas, sin apenas ocasiones, pero guardando su defensa con un Aridane en modo mariscal de campo, sin conceder espacios hasta el minuto 40 cuando Batalla sacó abajo el tiro colcado y potente de Kike.
La contestación en el 43' fue para hacer un vídeo de Youtube: un taconazo de Trejo, que balón que tocaba balón que ganaba enteros, relanzado por De Frutos a Sergio García que dentro del área cruzó casi al 0-2. De la nada un jugadón, así es el Rayo.
BATALLA SE HACE GIGANTE
En la segunda parte y con Carlos Vicente ya corriendo la banda, el Alavés recuperó el pelotazo directo y la olla a presión de Mendizorroza agradeció la subida de pistón. A los seis minutos Guridi remató el mismo balón que Ciss en el gol pero se encontró a un Batalla crecido con una palomita para el público. Celebró por todo lo alto el argentino su renovación hasta 2030.
Álvaro García devolvió el golpe y por segunda vez no vio puerta, esta vez con un Sivera muy inspirado abajo. En el 54' nadie era capaz de adivinar por dónde iba el partido. Bueno, alguien sí, Pedro Díaz, que está bendecido: entró en ese minuto por Trejo, atrapó un rechace desafortunado cuatro después y en el mejor estilo Gerrard o Pedri, según el gusto, caracoleó dos veces y lanzó un latigazo como contra la Real, como contra el Real, y cruzó un 0-2 monumental.
Coudet aceleró los cambios alterando el ataque ya completamente con Carlos Martín y Toni Martínez, con el Rayo jugando ya la baza de las contras. Y las faltas: Sivera salvó el 0-3 a zambombazo de Embarba. Los visitantes, con mucha personalidad y con cambios efectivos lograron defender con balón en el tramo final en el que el Alavés de diluyó, al punto de parecer más fácil otro gol de la franja, especialmente con otros dos trallazos de Díaz, que la remontada local.
El público acabó recordando a Luís García, enfadado y de nuevo sin despegarse de la zona de descenso, y el Rayo celebró la victoria, merecida, en el césped, porque corta la racha de cinco partidos sin ganar y se lanza a Europa: séptimo provisional a cuatro puntos del Betis.
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