Fue Diakhaby el que desató un torrente de emociones en Mestalla cuando marcó el 2-0 en el minuto 40. El autor del tanto podría haber sido otro compañero y el partido no habría cambiado el guion hasta el final. Pero el gol del central añadió a un partido vital en la clasificación una mística superior. Los tres puntos -más la diferencia de goles- se quedaron en Valencia y eso complica la vida al Leganés que ya ve el descenso a un punto, tras un partido pastoso del equipo pepinero.
A Borja Jiménez se le torció parte del plan de partido antes del minuto 10 cuando tuvo que retirar por lesión al debutante Barisic por lesión. El técnico abulense mantenía su habitual defensa con tres centrales con Juan Cruz como carrilero derecho, aunque en la segunda parte cambió de banda porque encontraba ni un hueco por el que colarse. Al bigoleador de Copa ante el Madrid, no le salió nada.
A Corberán sí que le salió redondo alinear a Mosquera por la derecha para que Rioja hiciera funciones de carrilero, en fase defensiva, y de extremo cuando su equipo atacaba. Pero al Valencia le costó entrar en el partido, en parte porque Neyou, algo menos Tapia, barría todo lo que les caía en sus dominios.
Pero anduvo dormido el equipo madrileño en la acción que le costó el primer gol en contra. El árbitro frenó un pase del Valencia y Rioja estuvo muy hábil para ponerlo en juego el balón a tierra. Tras un rechace, Almeida metió el balón al área y Mosquera desvió con intención a gol.
El equipo madrileño reaccionó desde el saque de centro. Brasanac puso a prueba a Mamardashvili que despejó a córner un disparo a gol. En la siguiente acción, Rosier voleó con violencia, pero su disparo se fue algo desviado.
Pero lo que cambió emocionalmente el partido fue el gol de Diakhaby. El subidón en la grada y en el césped ayudó a soltar la adrenalina suficiente para empujar al Valencia y buscar un tercer gol 'de la tranquilidad' que finalmente no llegó.
Mestalla vivió el partido más plácido que se recuerda y no porque el Lega no lo intentara y sacara buenas paradas de Mamardashvili. Pero el equipo de Corberán supo evitar los golpes del rival, aunque le faltó pegada para anotar un tercer tanto que buscó hasta los minutos finales.
Comentarios