El fútbol es cuestión de pegada como demostró Osasuna ante Las Palmas. Los canarios hicieron méritos para llevarse un buen botón de El Sadar, pero fueron los navarros lo que se alzaron con la victoria y se quedaron con los tres puntos. Tres remates a puerta y dos goles que dan un nuevo triunfo a los Vicente Moreno en casa, donde no conocen la derrota en la temporada (tres victorias y un empate). Las Palmas se marcha de la península con la sensación de haber dejado escapar una buena oportunidad para sacar algo positivo del El Sadar.
Las Palmas entró mejor al partido que Osasuna. El fútbol vertical y veloz de los canarios les permitía llegar con peligro a las inmediaciones de Sergio Herrera. La movilidad de Fábio Silva, Moleiro y Sandro ponía las cosas muy difíciles a la defensa navarra. Fue precisamente Sandro el encargado de dar el primer aviso, con una gran jugada personal que cortó Torró despejando a córner.
Luego Moleiro se quedaba mano a mano con Sergio Herrera tras un preciso centro de Darío Essugo que sacó el meta de Osasuna en una gran intervención. Era el minuto 18. Dos después Sergio Herrera volvía a desbaratar una gran ocasión canaria lanzándose a los pies de Kirian. Las Palmas estaba rozando el gol, mientras que Osasuna tan solo inquietaba a Cillessen a balón parado, siempre con Rubén García como protagonista en este tipo de lances.
Precisamente a raíz de una falta lateral conseguía marcar Boyomo, pero su tanto era invalidado porque la pelota había golpeado la mano del central osasunista.
Los navarros aprovecharon los siguientes minutos de desconcierto de Las Palmas. Herzog estuvo a punto de marcar en propia puerta y en el minuto 35 Mika Marmol cometía un claro penalti sobre Budimir, que el delantero croata se encargaba de transformar. En esa acción Mármol se lesionaba y tenía que ser sustituido. La alegría duro poco al cuadro navarro, porque Moleiro establecía el empate dos minutos después. Antes del descanso tenía que abandonar el terreno de juego con problemas musculares el lateral Marvin. Un doble contratiempo para Luis Carrión, que se quedaba con tan solo una ventana de cambios de cara a la segunda parte.
En la reanudación los canarios tomaron el mando del partido liderados por Fábio Silva y Moleiro, indetectables para los defensores locales. Marcaba Fábio, pero el tanto quedaba anulado por fuera de juego. Las Palmas llegaba con facilidad a las inmediaciones de Sergio Herrera y daba la impresión de que el 1-2 era cuestión de tiempo. Sin embargo, el partido dio un giro de guion inesperado. Cuando peor lo estaba pasando Osasuna, una pérdida de Las Palmas permitía a Rubén García sacar a relucir su magia con un pase exquisito para Aimar que el canterano transformaba en el 2-1 con un disparo raso y cruzado que Cillessen no podía detener.
Tras el tanto de Aimar Oroz el partido se abrió y las ocasiones se sucedían en una y otra portería. Las Palmas buscaba el gol que le diera al menos un punto, mientras que Osasuna, ahora sí, encontraba espacios que le podían permitir liquidar el partido, como en una contra en la que Raúl García cruzaba demasiado su remate o, ya en tiempo de prolongación, Cilessen le sacaba un remate a bocajarro a Pablo Ibáñez. Al final, tres puntos más para Osasuna que está consiguiendo hacer de El Sadar un fortín.
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