La tarde en la que el Girona conocía los rivales a los que se va a enfrentar su debut en competición europea los de Míchel volvieron a recuperar buena parte de las virtudes que los llevaron a poder pasear este curso por el Viejo Continente. Tras dos jornadas lejos de casa, Montilivi se convertía en la mejor medicina para un equipo que tan solo había sumado un punto en las dos primeras jornadas. Como decíamos, tras visitar a Betis y Atlético, los chicos de Míchel desempolvaron el baúl de las virtudes.
Liverpool, Arsenal, Feyenoord y Slovan Bratislava serán los cuatro equipos que tendrán que visitar el estadio gironí. This is Montilivi. Este es el Girona de Míchel. No hay que ser un lumbreras para comprobar que los refuerzos todavía no hacen olvidar a los Savinho, Dovbyk, Yan Couto, Aleix García y compañía, pero que el técnico rojiblanco va dando pasitos para encontrar de nuevo la mejor versión de un equipo que tiene las ideas muy claras con y sin balón.
Precisamente, uno de los futbolistas que se mantienen en la plantilla fue el que lideró el triunfo ante Osasuna. Viktor Tsygankov asumió el mando y de su zurda nacieron los dos primeros tantos rojiblancos. Asistencia a Bryan Gil para que el extremo la cazase de manera acrobática en el segundo palo. Con un golazo se iba el choque al descanso. Y como decíamos, Tsygankov había decidido que había que enseñar a Europa que el Girona no quiere ser comparsa. El segundo tanto iba a ser obra del ucraniano. Gran jugada colectiva de los rojiblancos. Asistencia de Miovski, uno de los nuevos y a la jaula.
Muy poco de Osasuna
Ni una línea habíamos dedicado hasta ahora al equipo rival. Algo que habla a las claras de la gran diferencia que hubo sobre el césped. Los locales hicieron muchos méritos, pero los visitantes pusieron todo de su parte. Sin pisar prácticamente el área del Girona, lo mismo Gazzaniga podía haber pillado el día libre. Viendo cómo anda de cargado el calendario no hubiese sido mala idea para el argentino. Los de Vicente Moreno prácticamente no comparecieron.
Decíamos al principio de esta crónica que el Girona llegaba a la jornada tres con un único punto en su casillero y tan solo un gol. Pues ahora, los de Míchel, salen del duelo ante Osasuna con la sensación de que las cosas se están haciendo bien. Tanto en el Villamarín como en el Metropolitano habían dejado ver las líneas maestras de la idea de Míchel. Fue volver a casa y encontrar su mejor versión. Abel Ruiz y Stuani cerraron la goleada en una tarde en la que el Girona recibió por la alegría de conocer los rivales de enjundia que visitarán Montilivi en su viaje continental. Europa espera a los rojiblancos, Montilivi espera con los brazos abiertos al Liverpool. A buen seguro que los reds han tomando nota.
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