La vida sigue igual para Granada y Almería

Granada y Almería empataron en un duelo muy igualado pero que no le vale a ninguno de los dos. La victoria era necesaria para ambos en sus aspiraciones por acercarse un poco a la zona de la salvación. Sin embargo, todo sigue igual. Cierto es que recortan un punto sobre el Celta, pero continúan muy lejos, sobre todo un Almería que sigue sin saber lo que es ganar y ya lleva en total 28 encuentros sin ganar, la racha más larga de la historia de LaLiga.

Se adelantó pronto el Almería. Pubill aprovechó un error en la salida de balón de Hongla para recoger el esférico y mandar un misil que se fue a la red previo toque en el larguero. El golpe fue un jarro de agua fría para el Granada, que recibió sólo tres minutos después otro golpe. Embarba hacía el segundo, aunque en esta ocasión el tanto quedaba anulado por fuera de juego previo de Edgar.

Trató de reaccionar el equipo de Medina, quien a la media hora cambió a Villar, que volvía al equipo y que se cargó con una tarjeta amarilla a los tres minutos. Antes, en el minuto 23, el Almería volvió a anotar, pero de nuevo el gol quedaba invalidado por fuera de juego, esta vez del Choco Lozano.

El equipo nazarí se acercaba a las inmediaciones del área visitante, pero generalmente con poca mordiente. Un remate de Piatkowski a la salida de una falta y algún tiro lejano fue lo más destacado. El pobre fútbol y la poca sensación de peligro desesperó a la grada, que acabó silbando al equipo de camino a los vestuarios.

La segunda parte fue otra historia. Según pasaban los minutos se notaba la tensión y las necesidades por ganar. El Granada salió mejor, ya con Lucas Boyé en el campo. Pero no encontraba el gol. Pellistri falló bajo la línea por culpa, en parte, a la acción defensiva de Langa, que le molestó lo suficiente para que su remate no fuera limpio.

Terminó llegando el empate cuando entró al campo Gumbau, que metió un pase filtrado a Uzuni. Esta vez no perdonó el albanés. Quedaban 15 minutos. La inercia del partido llevó al Granada a rondar más el segundo y lo tuvo cerca cuando Gil Manzano señalaba penalti de Pubill sobre Maouassa en el 79'. Sin embargo, el colegiado tuvo que rectificar tras avisarle el VAR de que lo viera. Era una simple carga.

La recta final fue una locura. Ocasiones para ambos equipos. El Almería tuvo varias claras a la contra, sobre todo en las botas de Pozo, que siempre decidió mal. Las ocasiones se perdieron en ambos lados, así como las esperanzas de salvación. Aún quedan jornadas, pero pinta mal para Granada y Almería.