No hay en España otra ciudad tan grande que tenga a su principal equipo en una categoría tan baja. El club de fútbol de L'Hospitalet de Llobregat, la segunda localidad más poblada de Cataluña (casi 300.000 habitantes), lucha por alcanzar los playoffs de ascenso en el Grupo V de Tercera RFEF. Algo impensable hace sólo unas semanas, antes del inicio de una racha de cuatro victorias seguidas que le ha colocado a 2 puntos del 5º puesto a tres jornadas para el final de Liga.
Antoni García es desde hoy el nuevo presidente del CE L'Hospitalet. Con este ex candidato a la alcaldía del municipio arranca un proyecto ambicioso para intentar devolver al Hospi a lo más alto del fútbol profesional (militó en Segunda en la década de los 60). Y que cuenta con el apoyo de dos futbolistas de primer nivel. Uno es Jordi Alba, que nació en esta localidad. "Queremos aportar trabajo, experiencia e ilusión, y desplegar todo nuestro conocimiento dentro como fuera del campo. Vamos a trabajar duro para construir nuevos recuerdos en la memoria de nuestros aficionados, potenciar el talento de nuestra cantera y competir con ambición. Queremos que nuestra gente se sienta orgullosa de su ciudad", apunta el jugador del Inter Miami.
El otro es Thiago Alcántara, que se marca el "firme objetivo de devolver al club a las máximas categorías del fútbol profesional en un plan que va mucho más allá de lo deportivo. Queremos generar un impacto real, dinamizar la economía local y promover y apoyar el talento joven. Transformar a través del fútbol. Estamos convencidos de que este sueño es posible", explica.
Con Antoni García entran el CE L’Hospitalet dos empresarios llamados a llevar las riendas de la gestión económica: Óscar Pierre, fundador de la aplicación de reparto de comida a domicilio Glovo, y Gonzalo Álvarez, CEO de Rocket-up. El club arrastra una deuda de 1,1 millones de euros, pero un hipotético ascenso de los ribereños a Segunda RFEF ayudaría a impulsar a un club histórico que quiere volver a ser lo que fue.
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