El Milan-Parma (3-2) no sólo dejó una remontada agónica gracias a los goles de Reijnders en el 91' y de Chukwueze en el 95'. Lo más comentado, sin duda, fue el rifirrafe que mantuvieron tras el partido Sergio Conceiçao y Davide Calabria.
Nada más terminar el partido, el entrenador 'rossonero' se fue a por su excapitán -el portugués le ha cedido el brazalete a Maignan- como una exhalación. El choque dialéctico fue 'in crescendo' en ambas direcciones y la sensación generalizada es que podrían haber llegado a las manos de no haber mediado Fofana y varios del 'staff'.
Se desconoce, sin embargo, el origen del conflicto. Hay quien apunta a las reiteradas suplencias de Calabria y al hecho de haberle quitado el brazalete de capitán. La 'Gazzetta', en cambio, apunta al descontento de Conceiçao después de que Calabria se dejara ver el viernes por la noche, día y medio antes del partido, en el concierto que Lazza dio en Milan.
No fue el único. También estuvieron Theo Hernández, sustituido al descanso, Camarda (no jugó) y Loftus-Cheek (no disponible).
Ya tras el partido, tanto Calabria como Conceiçao trataron de calmar los ánimos. "Fue un malentendido entre ambos. La adrenalina estaba bastante alta y no nos entendimos. Son cosas normales en fútbol. Pido perdón, en cualquier caso, porque no es algo bonito. La cosa más importante es que el equipo ha ganado el partido", aseguró el lateral.
Fue un malentendido entre ambos. La adrenalina estaba bastante alta y no nos entendimos. Son cosas normales en fútbol
"A veces, con la adrenalina que se crea, se viven partidos así. Sucede como con los hijos, si un comportamiento no es bueno debes ser directo. Se está creando una ligazón importante con la plantilla", asegura el entrenador 'rossonero'.
Comentarios