El Al Ittihad de Benzema y el Al Qadsiah de Nacho empatan a 1-1 en la jornada 24 de la Liga Saudí y consiguen un punto que les sirve a ambos equipos en la lucha por sus aspiraciones. Los 'tigres' salvan la derrota en el minuto 96 y ya suman su sexto partido consecutivo sin perder contra los de Míchel.
La primera parte comenzó con un ritmo muy intenso, pero sin grandes ocasiones de gol. El plan de partido estaba claro, los locales eran los que llevaban la iniciativa del juego, mientras que el Al Ittihad esperaba encerrado e intentaba salir a las contra con sus veloces extremos y con Benzema como asistente, aunque el delantero francés no estuvo muy activo durante el primer tramo.
La mejor de esta parte la tuvo el Al Qadsiah. En el minuto 13, Aubameyang estuvo a punto de marcar de tacón, la salvó bajo palos Gastón Álvarez, el rebote lo cogió Al-Shamat que remató a bocajarro y su tiro lo volvió a sacar el central uruguayo.
A raíz de ahí, el encuentro pegó un bajón en ocasiones, pero con una gran intensidad. De esta manera, llegamos a los vestuarios terminando con un empate sin goles, pero con un único dueño: el Al Qadsiah, con un Nacho impecable en defensa, terminó con 10 tiros, pero sin efectividad.
La charla en los vestuarios le vino bien a los visitantes, quienes salieron con otra actitud en la segunda mitad. Los visitantes dieron un paso hacia delante y el partido se igualó. Se notaba el respeto entre ambos equipos y lo que se jugaba cada uno, hasta que por el minuto 75 cambió radicalmente y se volvió un encuentro de ida y vuelta.
Cuando parecía que el marcador iba a terminar 0-0, Aubameyang remató al palo izquierdo un centro atrás del uruguayo Nández para colocar el primero del choque en el minuto 91.
Momento en el que Al Ittihad se volcó sobre la portería de Casteels -que estuvo bien durante todo el encuentro excepto el gol- y Benzema tomó el mando por primera vez en el choque. En la última jugada, el delantero francés se inventó una genialidad y regaló un caramelito a Kanté que definió a las mil maravillas por debajo de las piernas del meta belga colocando el empate a uno definitivo en el marcador.
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