El Levante se enfrenta a un fin de semana clave. Y Calero lo sabe. Es por eso que toda la plantilla del cuadro valenciano se encuentra bunkerizada, trabajando desde el día de ayer para tratar de superar al Elche y permanecer, una semana más, en las posiciones de ascenso directo a Primera.
Los dos últimos tropiezos (derrota en Oviedo y empate ante el Tenerife) han hecho encender todas las alarmas en un equipo que, a pesar de todo, sigue dependiendo de sí mismo para regresar a la máxima categoría.
Ante este escenario, el propio cuerpo técnico y el club han tomado la decisión de aislar a toda la plantilla con el objetivo de focalizar toda la atención en el choque del Martínez Valero y las otras tres fechas que restan de campeonato. Este hecho ha obligado a cancelar todas las entrevistas concertadas, entre ellas la que tenía prevista a Radio MARCA Valencia y MARCA este miércoles con el entrenador, Julián Calero.
Paralelamente, el equipo se encuentra trabajando desde este martes en la Ciudad Deportiva de Buñol, de manera interrumpida, en sesión matinal hasta el próximo viernes. En el plano deportivo, el técnico de Parla espera recuperar a Dela y Oriol Rey, ambos ausentes en el envite del pasado fin de semana ante el Tenerife por problemas musculares, aunque mantiene apartado por lesión a Iván Romero y por sanción a Jorge Cabello.
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