Llegó el pasado mes de junio a la UD Las Palmas con un cartel de fichaje estelar, pero lo cierto es que su arranque liguero defraudó. Tras triunfar en el Albacete el pasado curso, el centrocampista valenciano de 27 años se convirtió en una de las incorporaciones de los canarios en el mercado veraniego para debutar en Primera División.
Su inicio de temporada, como el del equipo, fue decepcionante. Con Luis Carrión en el banquillo apenas tuvo oportunidades y cuando participó se contagió del juego ramplón del equipo pasando más que desapercibido. En las cuatro primeras jornadas disputó apenas 78 minutos. Luego encadenó tres partidos sin jugar, para sumar 60 minutos más repartidos entre los partidos ante Villarreal y Celta.
La situación cambió con la llegada de Diego Martínez, no jugó ante el Valencia, pero sí en la victoria ante el Girona y unos pocos minutos en la derrota ante el Atlético de Madrid. También en Copa del Rey, donde además marcó su primer gol de amarillo.
Pero su gol más importante llegó este viernes. El ex del Albacete entró mediada la segunda mitad y nada más hacerlo marcó el gol de la tranquilidad para Las Palmas ante el Rayo Vallecano. “El 0-2 puede ser un resultado engañoso. Salí a darlo todo por el equipo. Tuve el acierto de hacer el tanto en la primera jugada que toqué el balón. Es mi primer gol en Primera, algo que voy a recordar siempre”, comentó exultante tras el triunfo del equipo canario.
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