Un Granada con sabor charrúa

Tango, mate y asado son desde ahora términos habituales en el vestuario del Granada. El conjunto rojiblanco ha acometido una revolución en este mercado invernal y parte de esa metamorfosis se ha producido con la creación de una pequeña colonia uruguaya en Los Cármenes con la llegada de Méndez, Arezo y Pellistri. Acento y garra charrúa para los nazaríes que se desplegó sobre el césped ante Las Palmas.

Esta diáspora comenzó con el desembarco de Alexander Medina en el banquillo rojiblanco para tratar de reflotar al equipo. El 'Cacique' reclamó a Bruno Méndez, un compatriota que se incorporó en los primeros días del mercado. El central aportó solidez y contundencia desde sus primeros minutos como rojiblanco, virtudes a las que, de forma sorpresiva, añadió el gol en el choque contra los canarios.

Méndez no vino sólo y Arezo se unió al plantel andaluz tras completar con buena nota su cesión en Peñarol. El punta ha enlazado dos titularidades ante Betis y Las Palmas por la ausencia de Boyé, pero el de Montevideo no ha sabido exprimir estas doble oportunidad, ofreciendo un rendimiento por debajo de lo esperado, como evidenció contra los de Pimienta con un protagonismo residual.

Para añadir más pólvora en ataque, el Granada volvió a fijarse en otro uruguayo y consiguió la cesión de Facundo Pellistri. El charrúa debutó ante Las Palmas con la responsabilidad de hacer olvidar a Bryan. En su estreno como rojiblanco, el charrúa ofreció un trabajo incansable y destellos de su potencial ofensivo, con verticalidad y desborde, armas que añaden los de Medina a su arsenal.