- Gabón-Marruecos (1-5) Brahim, en plan 'killer'
Los mundiales suelen ser el marco incomparable para ver el nacimiento de una generación de futbolistas que se pone de moda en el planeta fútbol y ahora se conmemoran dos años del 'boom' de una selección como la de Marruecos que llegó hasta las semifinales en dicho torneo. Bono, Amallah, Amrabat, Ounahi, En-Nesyri, Hakimi, El-Yamiq, Ez Abde, Ziyech... un grupo de futbolistas que empezaron a cotizar al alza tras aquella cita pero esa explosión parece haber decaído desde entonces a hoy. Su presencia ha ido perdiendo fuerza en sus clubes.
El futbolista marroquí se puso de moda. Ese segundo tramo de la temporada 22-23 -el Mundial se disputó en pleno noviembre y diciembre de 2022- estuvo marcado por la aureola de esos futbolistas por los que muchos clubes pelearon por hacerse con sus servicios. Una de la sensaciones fue Ounahi que firmó por sorpresa por el Marsella. O la subasta en torno a Amrabat. Media Europa se peleaba por contar con sus servicios. Formaba parte de la Fiorentina y se convirtió en objeto de deseo de los grandes de Europa, entre ellos el Barcelona o el Atlético. Acabó en el Manchester United un año después... pero ahora está en el Fenerbahçe turco. Hoy ese efecto ha sido 'gaseosa'.
Por poner varios ejemplos más. Bono -el héroe de los penaltis contra España- marchó a jugar a Arabia y poco más se ha sabido. Ounahi se diluyó y ha acabado cedido por el Marsella en el Panathinaikos. Amallah despuntó en el Mundial, hizo media temporada buena en el Valladolid y se diluyó el año pasado en el Valencia. Ez Abde fue perdiendo ese rol de jugador importante en el Betis tras fichar procedente de Osasuna donde explotó y le valió para ir al Mundial.
No hay que buscar comparaciones que como suele rezar el dicho 'son odiosas'. Pero en el recuerdo está el 'boom' de la Camerún del Mundial 90 con los hermanos Biyik, Makanaky, Roger Milla, de Bulgaria de 1994 con Stoichkov, Penev, Mihailov, Yankov, Balakov... Dos ejemplos. En este caso, y con un fútbol mucho más globalizado donde los movimientos permiten cambios de clubes masivos entre jugadores, ese 'boom' con el equipo marroquí se dio. Pero en cuanto a clubes se ha quedado estancado.
El sentimiento de nación: la gran diferencia
Y hay ciertas razones que permiten profundizar en ese análisis. MARCA se ha puesto en o con exjugadores marroquíes que han triunfado en Europa y han sido internacionales ,que prefieren mantener el anonimato, pero que dan ese halo en modo clave ya que conocen a la perfección dicha evolución.
De hecho, centran esa doble forma de actuar. "El sentimiento de nación" que transmiten desde el propio Marruecos es parte esencial de esa respuesta por parte de los futbolistas que se encuentran arropados en todo momento y eso ha permitido que el rendimiento incremente en la selección por esa combinación del esfuerzo físico y todo lo que envuelve a lo emocional. "Está todo muy promovido por el reino de Marruecos. Esos bonus por objetivos...", detallan. Ese sentimiento arraigado de implicación es lo que ha hecho que haya reunido jugadores que explotan sus recursos con la selección. Ese compromiso que supone un impulso de sentimientos. Otro cantar ha sido la evolución de aquellos mundialistas en sus clubes a lo largo de estos dos años.
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