Aunque la Liga inglesa está considerada por muchos expertos como la más potente de Europa, lo cierto es que el éxito de sus clubes en la UEFA Women’s Champions League se limita a la corona conquistada por el Arsenal en 2007. Precisamente el conjunto gunner aspira a una nueva final continental 18 años después, si bien para ello tendrá que levantar a domicilio un 1-2 en contra ante el Olympique Lyonnais en la vuelta de las semifinales que se disputan este domingo. Aparentemente peor lo tiene el Chelsea, finalista en 2021, que buscará el milagro en casa al intentar voltear el 4-1 encajado frente al Barcelona la semana pasada.
“El Chelsea tiene que aprender de los errores. No puede empezar tan lento como lo hizo en el partido de ida. Le faltó energía e intensidad. Necesitan estar mejor coordinadas en la presión e impedir que el Barcelona tenga el balón, que es como más cómodo se siente”, analiza Anita Asante, quien fuera jugadora blue la temporada 2008/09 y entre 2018 y 2020. “Creo que es algo psicológico. Tanto las jugadoras como el cuerpo técnico sabe lo que es estar en finales y ganarlas, así como asimilar la resaca de este tipo de derrotas. Tienen que abordar el partido de vuelta con más valentía, intrepidez, mentalidad ofensiva. Lo más difícil, aunque básico si quieren tener opciones, es marcar y no encajar gol, todo un desafío viendo las armas con las que cuenta el Barcelona”, añade quien fuera 71 veces internacional con Inglaterra.
Experiencia contra el Barcelona
Anita, que en su larga trayectoria también jugó en el Aston Villa, Sky Blue, Washington Freedom, Chicago Red Star, St. Louis y Göteborg FC, se enfrentó al Barcelona siendo futbolista del Rosengård (derrotas por 0-1 y 2-0). "Aún en aquellos años, cuando me enfrenté a él, ya dije que el Barcelona iba a ser el mejor equipo de Europa. Se veía que estaban construyendo algo que iba a ser brillante", explica. "Siempre ha tenido jugadoras muy técnicas y la única forma de poder pararlas es ser agresivo, ganar en lo físico, llevarte los duelos individuales en todo el campo, lucha cada balón y cada metro en el campo. Tienen el ejemplo de lo que hizo el Manchester City en la fase de grupos, yendo a presionar muy arriba y explotando los espacios detrás de la defensa. A pesar de que puede llegar a ser agotador, deben pensar y moverse más rápido que el Barcelona, tomar decisiones en fracciones de segundo, hacer que no disfruten y sea un partido incómodo para ellas", apunta quien fuera entrenadora del Bristol City y asistente en la Sub'23 de Inglaterra.
Cuando me enfrenté a él (2016), ya dije que el Barcelona iba a ser el mejor equipo de Europa. Se veía que estaban construyendo algo que iba a ser brillante
Asante, que también jugó en el Arsenal entre 2003 y 2008 -formó parte del citado título en 2007-, cree que el conjunto gunner tiene sus opciones ante el Olympique Lyonnais a pesar de partir en desventaja. “El Arsenal tiene más opciones teniendo en cuenta el resultado y la buena imagen mostrada en el partido de ida. Se deben agarrar a que hicieron un buen partido, que tienen un buen plan de juego y que con ello podrán competir frente a un Lyon que no ha perdido ningún partido en casa. Si logran frenar las transiciones increíblemente rápidas del Lyon tendrán sus oportunidades”, revela.
Un último paso
Asante piensa que, aunque difícil, los equipos ingleses aún tienen opciones de meterse en la final de Lisboa. "Cuando juegas contra equipos de tanto nivel como Barcelona o Lyon sabes que va a haber cambios de ritmo e intensidad y posiblemente periodos largos en los que no dominas el juego. Se trata de ver cómo te manejas en ese escenario, cómo sigues en el partido y cómo eres capaz de encontrar soluciones para alcanzar el objetivo", asegura.
Creo que es una cuestión psicológica. Tener confianza real, cierto egoísmo, arrogancia profesional
Entonces, ¿qué le falta al fútbol inglés para volver a dominar la Champions League? "Es muy buena pregunta. La pregunta del millón. Es verdad que Arsenal y Chelsea, especialmente el Chelsea, están llegando a las últimas rondas con bastante regularidad. Sólo queda seguir dando pasos. Primero llegar a una final y después ganarla. Se trata de un proceso, de gestionar los momentos, de la experiencia. Barcelona y Lyon son los dos principales gigantes europeos del fútbol femenino moderno, pero se puede competir ante ellos. Creo que es una cuestión psicológica. Tener confianza real, cierto egoísmo, arrogancia profesional", finiquita.
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