La victoria del Elche ante el Málaga del pasado domingo, sumado al empate del Mirandés frente al Almería, vuelven a hacer que el conjunto ilicitano dependa de sí mismo a falta de una jornada para volver a Primera División. Un triunfo ante la escuadra malaguista cimentado en la paciencia, en las intervenciones de Dituro y en un gol que desatascó el sufrimiento de los casi 26.000 presentes en el Martínez Valero.
Un tanto que llegó de un centro del de siempre: Josan Ferrández. Nueve asistencias lleva el de Crevillente, leyenda viva en la entidad ilicitana. Entró desde el banquillo, clamado por todo el feudo franjiverde para que entrara desde el banquillo cuando el partido seguía sin goles. Sarabia reconoció posteriormente que no estaba para aguantar físicamente todo el encuentro. Pero desde su entrada, el Elche cogió otro aire ofensivo, la banda derecha fue un puñal y en uno de sus centros llegó el gol de Sory Kaba en el 76’.
Un balón medido a la testa del delantero guineano, que tan solo tuvo que empujarla para batir a Alfonso Herrero y desatar la locura en el estadio franjiverde. Una conexión entre dos jugadores que ya se conocen e hicieron historia en 2018 con el ascenso a Segunda división. Aquel año lograron recuperar la categoría de plata del fútbol español solamente un curso después de caer a Segunda B e iniciar una gran etapa para la entidad ilicitana.
Josan cumple su octava temporada, es una leyenda viva en la entidad y quiere lograr el tercer ascenso con el Elche, el sexto de su carrera. Por su parte, Sory busca el segundo ascenso con el club donde mejor rendimiento ha ofrecido, sobre todo en su anterior etapa. Aún así, el jugador cedido por Las Palmas lleva cuatro tantos este curso. Una dupla que quiere dar una nueva alegría a la parroquia del Elche y concretar el séptimo ascenso de la historia del club ilicitano a Primera el próximo domingo en A Coruña.
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