En dos semanas, gran parte de la Segunda división estará de vacaciones. Por primera vez en cuatro años, el Eibar será uno de los equipos que haga las maletas para desconectar según termine la fase regular. En las últimas tres temporadas, el conjunto armero ha terminado más tarde que la mayoría por estar disputando los ’playoffs’ de ascenso a Primera. Este curso vivirá un final sin más objetivos que el de competir hasta el final para quedar lo más arriba posible.
La situación actual del Eibar tiene una certeza fundamental que es la de saber la categoría en la que estará el próximo curso, algo que en los últimos tres años desconocía. Sin embargo, son muchas las incógnitas que le rodean, pero una de las más importantes es el futuro de toda una leyenda como Anaitz Arbilla. El capitán acaba contrato el 30 de junio y aún no hay noticias de su continuidad, lo que deja entrever que podría estar viviendo sus últimas semanas como armero.
Cumplió 38 años el pasado jueves y todo apunta a que en los próximos días comunicará su decisión. Lo lógico sería que en el caso de que decida poner punto y final a su carrera, anuncie su marcha esta misma semana con el fin de que pueda tener el homenaje que se merece. Una despedida a la altura de sus nueve temporadas como armero en las que ha sido un referente por su rendimiento y su manera de defender la camiseta.
No obstante, tampoco puede descartarse la opción de que continúe un año más. Por rendimiento estaría más que justificada su renovación. Pese a los problemas físicos de la primera vuelta, en la segunda parte del curso ha recuperado su mejor versión y se ha mantenido como una pieza indiscutible también con San José.
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