No tendrá nada que ver el contexto que se encontrará mañana el Eibar en el SkyFi Castalia con el del pasado sábado en El Molinón, aunque seguramente y al igual que sucedió en Gijón, la manera de atacar sea similar. El juego directo volverá a ser un elemento clave a la hora de progresar con el balón en el equipo de Etxebe. Minimizar riesgos en los inicios de juego ante otro equipo que será agresivo a la hora de presionar en campo contrario y explotar la capacidad de ganar terreno a través de los desplazamientos largos.
Frente al Sporting de Gijón le funcionó muy bien (70% de duelos aéreos), con Jon Bautista estelar en las disputas con los dos centrales rojiblancos y Mada, Guruzeta y, sobre todo, Alkain, teniendo olfato para ganar la segunda jugada. A partir de vencer ese balón dividido es cuando el Eibar se instalaba en campo contrario, alternando posesiones más largas con otras cortas. Los armeros son, tras el Oviedo, el equipo con mejor porcentaje de duelos aéreos ganados. Lo contrario sucede con el Castellón, que es el quinto equipo con peores números (43% de duelos ganados)
Aunque la mayoría de los acercamientos más claros del Eibar sobre la portería de Rubén Yáñez se construyeron con pocos pases. Un fútbol más básico, sin tanta combinación, pero efectivo y difícil de contrarrestar si se ejecuta tan bien como el sábado pasado. Todo ello sin olvidar que también habrá muchas opciones de transitar y hacer daño con espacios ante los riesgos que asume el Castellón.
Objetivo claro: acabar con la sequía
El objetivo será subir las prestaciones en el área rival. Las buenas intenciones del Eibar en fase ofensiva no tuvieron la recompensa del gol. Y ya van tres partidos sin ver puerta. Un total de 356 minutos suma el equipo azulgrana sin celebrar un tanto. Así es imposible ganar partidos. Tiene un déficit claro, pero tampoco es normal desaprovechar algunas de las situaciones tan claras que ha tenido en los últimos partidos.
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