El 28 de noviembre del año 2000, Boca Juniors sorprendió al primer Real Madrid de 'Los Galácticos' ganando la Copa Intercontinental. Un equipo dirigido por el mítico Carlos Bianchi y donde se encontraban jugadores de la talla de Juan Román Riquelme, Martín Palermo o Guillermo Barros Schelotto (La Plata, Argentina, 1973). Ahora, 24 años después, MARCA se sienta con el exseleccionador de Paraguay para repasar aquella gesta y su presente más inmediato en los banquillos.
PREGUNTA. Hace ya más de un año que dejó el banquillo de Paraguay. ¿Cómo es su vida actualmente?
RESPUESTA. Es muy distinto a cuando estás trabajando. Aprovechas para hacer cosas familiares que durante el tiempo que estás trabajando no puedes. Pero también implica actualizarse y ver de manera permanente cómo está el fútbol actual. Más, teniendo en cuenta las ganas de dirigir en otros países. También trato de viajar y ver a muchos entrenadores cuyo estilo me gusta y siento que tenemos algún parecido.
P. ¿Cuál podría ser un ejemplo?
R. Unai Emery. Lo sigo desde que estaba en Sevilla, que fue cuando yo empecé a dirigir y él estaba ganando la Europa League. Ves un partido, te gusta y empiezas a ver cosas que te gustaría incorporar a tu equipo. Luego tuvimos la posibilidad de conocernos y ahora he tenido la oportunidad de ir varias veces a Birmingham para seguir cómo trabaja en el Aston Villa. Obviamente, uno no puede copiar, pegar y hacer lo mismo. Pero sí adaptarlo y llevar a cabo algo parecido.
Sigo a Unai Emery desde que estaba en Sevilla
P. Durante estos últimos meses, ¿ha habido alguna propuesta encima de la mesa para volver a entrenar?
R. Tuve muchas propuesta para volver a Sudamérica. Pero quiero dirigir en Europa. Ya estuve en Palermo, pero sólo durante cuatro partidos porque, en ese momento, UEFA no me reconoció la licencia por no tener la experiencia correspondiente. Ahora sí la tengo y me gustaría que el siguiente paso fuese aquí.
P. ¿Cuál es su puerta de entrada a Europa?
R. Hay muchos entrenadores sudamericanos, y argentinos específicamente, que han venido a Europa y les ha ido muy bien. La mayor puerta de entrada que tenemos es lo que han hecho los anteriores que han venido y han marcado a muchas instituciones, como ha hecho el Cholo en el Atlético de Madrid. Esa es la mayor puerta de entrada... más allá de lo que uno tenga que hacer previamente para llegar a aquí.
P. ¿El hecho de no haber jugado en Europa le puede penalizar? Por ejemplo, el Chacho Coudet fue jugador del Celta.
R. Al tener un pasado en Europa en más fácil. Después tienes que tener el respaldo deportivo como entrenador. El Chacho había jugado en el Celta. Pero también tuvo una trayectoria bárbara en Central y fue campeón en Racing. Obviamente, las posibilidades son mayores. Pero uno nunca sabe cuál es, específicamente, el punto por el cual te pueden llamar.
P. La selección argentina está en su mejor momento. Pero, ¿le preocupa la situación actual del fútbol argentino a nivel de clubes y la distancia cada vez más grande con Brasil?
R. El potencial económico que tiene Brasil está por encima de toda Sudamérica. Está al nivel de Europa. Eso hace que tengan una liga que destaca mucho más. Igualmente, creo que Argentina, a pesar de todos los problemas económicos que tenemos a nivel de país, tiene una liga muy competitiva. El jugador argentino tiene ese espíritu que, aún en la desigualdad, se anima a pelear para equilibrarlo todo como Racing logró en la Sudamericana ganando a Cruzeiro. Pero es verdad que cada vez se hace más difícil y la distancia se amplía con Brasil como viene pasando en la Libertadores.
El jugador argentino tiene ese espíritu que, aún en la desigualdad, se anima a pelear para equilibrarlo todo como Racing logró en la Sudamericana ganando a Cruzeiro
P. ¿Ve alguna posibilidad a los equipos argentinos en el Mundial de Clubes o la distancia es demasiado grande?
R. Boca y River son clubes grandes y saben lo que es competir en este tipo de partidos. La distancia con Europa ha crecido en los últimos años. De hecho, desde Corinthians en 2012, ningún equipo de Sudamérica ha ganado el Mundial de Clubes. Va a resultar difícil. Pero lo dos están acostumbrados a pelear.
P. Usted jugó y también entrenó en la MLS. ¿Sigue siendo una opción para usted? ¿Cuánto ha tenido que ver Messi en esta evolución?
R. Además de Europa, también me gustaría ir a la MLS. Jugué cuatro años y luego dirigí dos. He visto la evolución que ha habido, que es permanente, y me gustaría ser parte de una liga de este nivel. Messi le está dando el toque final. La ha puesto en un lugar muy alto sólo por su nombre.
P. Dirigió a Ibrahimovic cuando estaba en LA Galaxy. ¿Cómo es manejar una personalidad de ese calibre?
R. Cuando uno habla de Ibra... lo hace de un jugador top. Para mí fue fácil. Nunca tuve ningún problema con él. Fue una relación muy honesta y muy directa. Su actitud fue muy buena porque fue a Estados Unidos a triunfar. Conmigo jugó un año y metió 31 goles en 29 partidos. La autoexigencia que él se impone es mayor a cualquier otra idea que pueda pasar en gente que tiene 39 años. Estaba intacto. Obviamente, su físico no era de 20 años. Pero el rendimiento sí.
P. Ahora ha llegado Mascherano a Inter Miami. ¿Qué futuro le ve como entrenador?
R. Es una incógnita porque nunca dirigió en Primera División. Pero tiene una trayectoria que aprueba la contratación. Jugó en Brasil, Inglaterra y España destacándose siempre. Entonces creo que la adaptación no va a ser un problema. Tiene todos los avales para que le vaya bien. Una buena liga que lo va a apoyar y que le va a dar tiempo, algo difícil para un entrenador. Tiene un buen equipo en Miami con Messi y Suárez, que no es poco.
P. Quien no va a estar ya es Diego Gómez tras firmar por el Brighton. Usted lo hizo debutar con Paraguay. ¿Qué techo le ve?
R. Creo que no tiene techo. Su físico es increíble y también su actitud. Nosotros lo vimos y, a los pocos partidos, ya lo hicimos debutar con la selección. Si logra entender la idiosincrasia de Europa e Inglaterra, no tiene techo. Brighton ha desarrollado muchos jugadores jóvenes. Llega a un club que lo va a potenciar.
P. Usted guardaba una relación muy estrecha con Menotti. ¿Quién fue su referente cuando comenzó a entrenar?
P. Siempre se te queda algo de todos los técnicos que tuviste. Pero, sin duda, el que más me impactó fue Carlos Bianchi. Yo no tuve a Menotti. Pero tenía muy buena relación con él. Gustavo (su hermano) sí lo tuvo como entrenador. Tenía un grupo que se juntaba los miércoles o los jueves a comer, un día me invitaron y estuve dos años yendo. César era un libro abierto. Te hablaba de fútbol y su pasión, no de todo lo que lo rodea. Lo más interesante de Menotti era eso. Buscar cómo y por qué ganas. Era increíble.
P. Con Bianchi le ganaron la Intercontinental al Real Madrid en el año 2000. ¿Cómo recuerda aquello? ¿Cambió la camiseta con alguien?
R. Me acuerdo que cambié la camiseta con Guti. Después del partido, vino Hierro a saludar al vestuario y a felicitarnos. Para nosotros ese gesto era... En Sudamérica el rival no viene a saludarte al vestuario. Golpeó la puerta, pidió permiso, pidió hablar. La verdad que fue un gesto muy bueno. Y nada, recuerdo el partido de la previa era... Era imposible. Acababa de llegar Figo. Imposible pensar en ganar. Pero el equipo tuvo un inicio extraordinario, hicimos dos goles y supimos aguantar gracias a la calidad de Riquelme para retener la pelota. El Real Madrid tuvo un tiempo que nos acorraló. Pegaron un tiro en el palo y marcó Roberto Carlos. Pero el partido siempre estuvo controlado.
Después del partido, vino Hierro a saludar al vestuario y a felicitarnos.
P. Riquelme y Palermo luego fueron a Europa. ¿Usted no tuvo ninguna oferta?
R. Después de ganar al Real Madrid me vino a buscar la Real Sociedad. No me acuerdo el motivo. Pero, al final, no llegamos a un acuerdo. También vino el Mallorca con Mateu Alemany como director deportivo. Me dijo que me habían comprado a Gimnasia. Fui a entrenar al día siguiente y el técnico Griguol, que entrenó aquí al Betis, me dijo que podía ir a Boca o al Bayern. Pero no al Mallorca.
P. Ellos vinieron a España. ¿Le queda esa espinita?
R. Yo preferí quedarme en Boca. Por tanto, no tengo ningún resentimiento con eso. También reconozco el nivel que tenían ellos. Palermo y Riquelme tenían un talento superior para ir a grandes clubes. De hecho, Riquelme jugó en Barcelona.
P. Su hermano Gustavo fue al Villarreal. ¿Cómo es su relación? Ahora es su asistente.
R. Muy buena. Trabajamos juntos... y nos siguen confundiendo. Pero trabajar juntos creo que nos favorece. Muchas veces, el asistente no le dice al técnico lo que no quiere escuchar. Pero nuestra relación es muy directa. Siempre me dice lo que piensa porque no tiene miedo.
P. ¿Se pone plazos para volver a entrenar y venir a Europa?
R. Lo que vaya dictando el destino. No me pongo fechas. He analizado las diferentes propuestas que me han llegado de Argentina y Sudamérica. Pero esta vez preferí tomarme un descanso. Estuve tres año y medio en Boca, dos en LA Galaxy, tres en Paraguay... No había parado nunca y este momento me lo estoy tomando para pensar, aprender, observar y construir una mejor versión para el futuro. Ahora esperaré la oportunidad.
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