Cuando Mateu Alemany aterrizó en el Valencia, en uno de los pocos momentos de lucidez de Peter Lim al frente del club de Mestalla, Ferran Torres ya llevaba unos años en la escuela del club blanquinegro. Era uno de los destacados y ya aparecía de forma habitual en las convocatorias de las selecciones nacionales de su categoría. En su precocidad, el de Foios debutó con el primer equipo en diciembre de 2017, tras aquel mundial en La India con España en el que la roja cayó en la final contra la Inglaterra de Foden.
Desde que el directivo mallorquín tomó las riendas, Ferran se convirtió en una de sus obsesiones. Antes incluso de llegar a debutar con el primer equipo Alemany siempre repetía: “Ese chico es muy bueno, será el 'nueve' de España, tiene que jugar de delantero”. En más de una ocasión, tras alguna de sus ruedas de prensa, el director general insistía en el nivel del de Foios. Con Ferran ya jugando habitualmente en el primer equipo y compitiendo con Carlos Soler por un puesto en la banda, Alemany, antes de una entrevista con MARCA comentó: “Ferran será el 'nueve' de España, hacedme caso”.
En 2017 Ferran no era el jugador que es hoy, ni mucho menos, pero Alemany lo vio venir. Le hizo el contrato profesional y apostó por él. Se fue antes de que el club lo traspasara al Manchester City dejando más de 25 millones en la caja. Guardiola fue el primero que le hizo jugar de falso nueve y por un momento la cosa funcionó. Marcó cinco goles en la primera fase de la Champions en la que el City alcanzó la final, pero luego el técnico catalán le dio la espalda y empezó a jugar mucho menos. Alemany vio la posibilidad y cuando ya en el Barcelona tardó poco tiempo en llevarlo al club azulgrana invirtiendo una cantidad cercana a los 60 millones de euros.
De extremo a delantero
Poco a poco Ferran ha ido mudando de extremo con desborde, asistencias y goles a delantero centro. Ha trabajado día a día los movimientos de un 'nueve' referencia y ha explotado su facilidad para ver puerta tanto en el Barcelona como en la selección española. Con Flick su papel como delantero se ha multiplicado. Lleva 16 goles esta temporada sin ser titular indiscutible y con un Lewandowski estratosférico delante.
Su gol ante el Atlético, otro más en Copa, no pudo ser más de delantero centro. Desmarque al primer palo, remate forzado y el Barcelona a la final de Copa en un Clásico que no dejará indiferente a nadie en Sevilla. Su nivel como delantero le coloca como el gran candidato a ser el ‘nueve’ de España. Como pensaba Alemany hace ya ocho años.
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