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Joan Laporta acudió este lunes por la mañana a la Ciudad de la Justicia en Barcelona para declarar en un proceso en el que está investigado por una supuesta estafa. El presidente lo hizo antes de irse con el equipo rumbo a Lisboa donde este martes el Barcelona disputa un nuevo partido de Champions League frente al Benfica. Laporta no habló nada sobre este proceso judicial, pero sí sobre el partido del pasado sábado en Getafe y más concretamente del arbitraje.
"Lo del arbitraje en Getafe fue una vergüenza. Que no se pitara el penalti a Koundé es un escándalo. Y creo que lo tendríais que repetir más veces porque es un escándalo lo del penalti a Koundé", dijo el presidente a la salida del juzgado.
El agarrón de Uche a Koundé no fue castigado por González Fuertes, el árbitro del partido, que no fue llamado por el VAR al considerarse que la acción ya estaba enjuiciada por el colegiado dentro del campo.
No dijo nada más. Laporta se metió en el conche y abandonó la Ciudad de la Justicia. Tampoco habló de los gritos racistas que recibió Balde a lo largo del partido y que el propio jugador denunció a la conclusión. El presidente se limitó a quejarse de esa acción sobre el defensa francés.
El penalti a Koundé es un escándalo
La acción tuvo lugar en los últimos minutos de partido cuando Koundé fue claramente sujetado por un defensa rival que le impidió el remate. El árbitro no advirtió ninguna falta y desde el VAR no le llamaron para que fuera a revisar la jugada. Getafe y Barcelona empataron a uno en el partido del pasado sábado.
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