Frenkie de Jong no levanta cabeza

No está siendo una buena etapa para Frenkie de Jong. Al menos no en el Barcelona. El centrocampista internacional neerlandés enlaza, en los últimos meses, situaciones incómodas y dolorosas de diversa índole en el club catalán. La última, el penalti sobre Vitor Roque en el cruce contra el Betis, cometido a sólo ¡dos minutos! de su entrada al Benito Villamarín.

Frenkie de Jong no logra asentarse en el once culé, no consigue congraciarse con la afición azulgrana (que le silba en casi cada encuentro), no recorta distancias en las negociaciones con la entidad azulgranapara alcanzar un acuerdo para su renovación y esta jornada ha sido protagonista de la acción polémica del encuentro del Barça, con duras consecuencias para el marcador y el vestuario culés. 

El internacional neerlandés, de 27 años, ha perdido peso en el equipo catalán de forma casi alarmante. De ser un fijo indiscutible en el once en las anteriores temporadas (llegó al Barcelona en verano de 2019), ha pasado a ser un recambio más, y no el principal, en la medular. El Barça apuesta por Marc Casadó y Pedri en el doble pivote. Además, Gavi, Fermín, Éric García... también son opciones para el eje culé. 

Secuelas

Hansi Flick reconoció, en más de una rueda de prensa, que tras su lesión en el tobillo, arrastrada del curso pasado, tiene dificultades, físicas y anímicas, para recuperar su mejor versión y que la dura competencia le coloca en el banquillo. Y es ahí donde arrancó el encuentro contra el Betis de ayer sábado.  

De Jong saltó al Benito Villamarín en el minuto 60. Entró por Dani Olmo y se colocó en la mediapunta. Apenas dos después, protagonizó la acción polémica: pisó a Vitor Roque y la jugada, tras ser revisada por el VAR, fue sancionada con penalti y con tarjeta amarilla. Lo Celso transformó el lanzamiento desde los once metros. Y Flick, por mostrar su desacuerdo, fue expulsado. 

Futuro

Es lo que le faltaba al centrocampista, que sólo suma 229 minutos en LaLiga y que tiene que soportar en casi cada encuentro los silbidos y reproches de su propia grada, que le recrimina su rendimiento y ser uno de los futbolistas mejor pagados del vestuario, y que su club le haya colocado en el mercado en las últimas ventanas de fichajes, pese a que él ha reiterado que no tiene intención de dejar la institución azulgrana. 

El exprofesional del Ajax tiene contrato hasta junio de 2026, y desde la entidad azulgrana ven difícil el acuerdo porque hace más de un año que le presentaron la oferta para su ampliación sin que haya habido ningún avance, de ahí que vean bien su salida para que no se vaya con la carta de libertad y sin dejar dinero en las arcas. Pero Frenkie no está por la labor, al menos de momento, de acortar su pase en el Barcelona, club del que siempre se ha mostrado fan y del que es uno de sus actuales capitanes.