El Athletic está de enhorabuena. Cierra febrero en cuarta posición de la Liga y a punto de abrir las rondas eliminatorias de la Europa League. La última aparición por San Mamés fue un contundente 7-1 al Valladolid, que es un resultado que en Liga no obtenían desde 1994, y el grupo acaba de encadenar 16 partidos consecutivos sin perder, que es la segunda mejor tirada del club después de la Liga de 18 partidos sin mancha del Athletic de Mr Pentland en 1930.
La sintonía, sin embargo, no es completa. Las diferencias con la grada alteran el buen ritmo del Athletic. Las disensiones en la Herri Harmaila, con división de opiniones entre grupos y también distancia con la postura de la Junta Directiva, han terminado por explotar en el resto del estadio. En el partido ante el Valladolid hubo pitos de las otras tribunas cada vez que la Herri Harmaila entonaba canciones reivindicativas para la Grada Popular.
Los silbidos y abucheos vividos frente al Valladolid evidenciaron el cisma existente. La Herri Harmaila sufre el peor momento desde su creación y el club y los grupos que allí participan necesitan reorganizar sus posturas y no dejar pasar el tiempo de bonanza deportivo. En la contundente victoria ante el Valladolid no hubo animación coordinada por parte de ninguno de los grupos y el eco de la grada popular pasó desapercibido respecto a otras ocasiones.
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