Dani Sanz, un español en las alturas

Alemán, italiano, francés, inglés, noruego... y un poquito de español. Son las lenguas de la Copa del Mundo de esquí alpino. Entre las voces en castellano está la de Dani Sanz (Moralzarzal, 1995), un madrileño incrustado en el equipo de entrenadores de una de las grandes potencias, Estados Unidos.

¿Qué hace Dani en las montañas americanas? “Competí de los 8 a los 18 años en el Club Amistad. Luego estudié INEF y tiré por el lado de gestión del deporte, pero vi que la oficina no era mi sitio. Decidí irme a ... Conocí gente aquí y allá. Y entonces me llamaron para el equipo de Estados Unidos. Estamos sólo José Luis Alejo, ahora con Suiza y que ha abierto muchas puertas, y yo”, cuenta Dani.

En 2008 llegó la crisis y su padre le dijo que lo último que le podía pagar era el curso de profesor. Dani le dio las gracias y lo aprovechó para emprender un camino que le tiene en uno de los equipos más potentes del mundo. “Aquí sólo vale ganar. Nos dan todas las facilidades para hacerlo. La gente no mira la mejoría, que en Beaver Creek tuviéramos a mucha gente arriba. No, se busca al ganador. Nos falta esa estrella mediática que el equipo femenino tiene con Shiffrin. Creo que en el masculino es más difícil, pero poco a poco. En Beaver Creek sabíamos que era difícil porque todo el mundo llegaba fuerte, pero acabamos contentos. ¿Objetivos? Estar entre las dos o tres mejores cuando acabe la temporada”, dice.

La mentalidad en Estados Unidos es que sólo vale ganar

Palabras mayores que llevan la charla a un país y a un esquiador: Suiza y Odermatt. “Los suizos tienen mucha gente buena y muy rápida. Y Marco está haciendo historia. Es muy bueno. Ves que comete errores, cree que no lo va a conseguir y lo hace. Su habilidad para generar velocidad es única. Ahora ha generado esa sensación de que se le puede ganar. Eso es parte de lo que ha logrado, que se le vea como el objetivo a batir”, explica Dani.

Es increíble la capacidad que tiene Odermatt para generar velocidad. Dices, no lo va a hacer esta vez, y lo hace 

Su prueba favorita es el Descenso. Y Wengen su escenario fetiche. “Se esquía toda la montaña: saltos, riesgos... Verlo en persona es otro mundo, un ser humano a 150 kilómetros por hora. Nada que ver con la tele. Una caída a esa velocidad es terrible: cortes, te abrasas, fracturas o algo peor”.

El Descenso es poder ver a un ser humano bajando a 150 kilómetros por hora

Por eso la FIS recuerda la obligatoriedad del airbag. “Me parece bien, pero creo que debe ser obligatorio para todos. Sin excepciones. Si se hace una norma, tiene que ser igual para todos”, argumenta Dani.

Creo que el airbag debe ser obligatorio para todos, sin excepciones

Con José Luis Alejo como referente por encima de las estrellas de su deporte (“no para de preguntarle cosas”), Dani fija sus objetivos en la ayuda día a día a que los esquiadores del Team USA sean cada día un poco mejores. “Al entrar en un equipo grande te dices, guau, entreno a... Al mes te das cuenta de que respira como tú, de que tiene sentimientos como cualquiera. Hay que ser versátil con cada deportista para convencerlo de cómo llegar a los objetivos. Los entrenadores somos pequeños psicólogos, ayuda para gestionar ira, frustración, alegrías... ”, explica un Dani que se apoya y forma en psicología. “Aunque es la experiencia de tratar durante muchos años con deportistas lo que también te ayuda mucho”.

Los entrenadores tenemos algo de pequeños psicólogos. Para controlar la ira, la frustración, la alegría...

En ese camino largo y lleno de sellos en el pasaporte y de viajes, lo que más echa de menos Dani es su casa, su gente. “Nos perdemos tantos cumpleaños, bodas, Navidades... Eso es lo más complicado, aunque hagas lo que más te gusta. Este año, por suerte, voy a poder pasar Nochevieja en casa. El esquiador estadounidense se pasa cuatro o cinco meses en Europa”.

Vonn, Hirscher...

Es uno de los temas de la temporada, el regreso de dos leyendas. Marcel Hirscher ya lo hizo, aunque se rompió el cruzado; Lindsey Vonn volverá a competir la semana que viene en St. Mortiz. Dani lo ve como algo positivo: “Es algo superbueno para el deporte. El legado de las leyendas. En Estados Unidos, por ejemplo, se cuenta mucho con gente como Bode Miller, Tim Ligety.. Son figuras en las que fijarse y aprender”.

España y su futuro

Desde su posición en el equipo de velocidad de Estados Unidos, Dani Sanz ve con optimismo el futuro del equipo español. “España está haciendo muy buen trabajo. Está dando sus frutos, en especial con los chicos. Creo que en poco tiempo vamos a tener grandes resultados. Y estoy muy emocionado con eso”, asegura Dani. En las pruebas técnicas, Juan del Campo y Quim Salarich ya se han asomado a la élite, pero Dani está seguro de que la velocidad va a dar un paso al frente: “Con Ander Mintegui, con esos resultado en los juniors, y la vuelta de Adur Etxezarreta, es para creer”.