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Tesla: todo lo que deberías conocer antes de comprar uno de sus coches

Tesla está viviendo una 'montaña rusa', con buenos resultados económicos pero enormes dudas sobre su estrategia de futuro. Si piensas en comprarte uno, lee primero este artículo.

Elon Musk, atendiendo a los medios de comunicación.
Elon Musk, atendiendo a los medios de comunicación.Tesla.
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Es innegable que Tesla aparecerá en los libros de historia como un caso de estudio por haber triunfado en menos de una década y media de vida. Superó las cotizaciones bursátiles de los mayores gigantes de la industria automóvil, alcanzó el liderazgo mundial en ventas de coches eléctricos y redefinió los manuales de buenas prácticas en este sector, aunque algunas de ellas no lo sean... y la marca logró tener éxito a pesar de eso.

A los años de pérdidas se siguieron los primeros lanzamientos con éxito mundial y las primeras ganancias (en el tercer trimestre de 2019), y tanto Tesla como su errático creador y líder se pusieron (aún más) en las bocas del mundo.

Algunas cosas se hacen bien

Muchas cosas se hacen bien dentro de Tesla. Así, en diciembre del año pasado, dos modelos (Y y 3) lideraban el top de ventas absoluto en Europa y el Y finalizaba el año en la 12ª posición del ranking de 2022, siendo el coche más caro del Top 20 en nuestro continente.

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Además de las virtudes técnicas de sus coches (principalmente en lo que se refiere a baterías y motores), la marca ha sabido crear un halo especial que hace que cada propietario de un Tesla tenga (o crea tener) una imagen cool. Quien compra un Tesla es considerado un un creador de tendencias. Pero, claro, si el éxito hace que de repente se vendan millones de Teslas y que solo en la urbanización donde vivimos haya otros cinco, es posible que el 'perfume' asuma un olor fétido, sobre todo cuando el coche eléctrico empieza a dejar de ser la excepción.

2022 fue un año de señales mixtas para Tesla. Por un lado alcanzó un nuevo récord de ventas (1,3 millones, un aumento del 40% respecto al año anterior). Por otro lado, la cotización de sus acciones se desplomó valientemente, pasando de unos 360 dólares en el pico del 2022 a aproximadamente la mitad en unos pocos meses (cotizándose en 187 dólares a fines de mayo), lo que supone una pérdida de más de 750.000 millones de euros. ¿Por qué?

Chinos, europeos, americanos...

No solo porque los coches eléctricos chinos se consolidan más rápido de lo esperado (con varias marcas y modelos del país más poblado del mundo llegando al mercado con alta calidad, sistemas de propulsión competentes, diseño evolucionado y precios atractivos), sino también porque fabricantes europeos y coreanos han acelerado su conversión a la era eléctrica (por ejemplo, la tecnología con voltaje de 800 voltios aún no existe en los turismos de Tesla, pero está disponible en Porsche/ Audi, Hyundai/Kia y, muy en breve, en el gigante chino Geely).

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Incluso los gigantes estadounidenses, que se habían quedado dormidos, están mostrando ganas de recuperar el tiempo perdido. Y hablando de beneficios, las pick-ups son las auténticas vacas sagradas de la industria automóvil norteamericana y aquí también el panorama es sombrío para Tesla. Mientras la futurista y un tanto intimidante Cybertruck sigue tardando en hacerse realidad (fue anunciada en 2019 y prometida para 2021), la Ford F-150 Lightning ya está por las calles y por los campos conquistando a miles de clientes y a punto de ser imitada por la Chevrolet Silverado eléctrica y, antes de que finalice este año, por la RAM 1500 Revolution BEV.

Cansados de esperar

Y es que, en lugar de esperar lo incierto, es normal que muchos de los clientes apuntados a la lista de espera de la Cybertruck (que en Tesla aseguran que ronda el millón) decidan pedir la devolución de la fianza de 100 dólares y elegir una de las pick-up de Ford, General Motors o Stellantis, que pueden recibir a finales de este año. De hecho, incluso la hasta hace poco desconocida Rivian logró dejar atrás a Tesla y empezó a vender una pick-up 'a pilas' desde hace más de un año en EE.UU.

Para agravar aún más las dudas sobre el enfoque de Tesla (y el de Musk, que se mezclan y se confunden), el ejecutivo sudafricano tuvo más protagonismo a finales del año pasado por haber comprado el servicio de mensajes cortos twitter que por haber acelerado la estrategia de su marca de coches. Musk se sigue distrayendo enviando, por ese canal, sus siempre polémicas opiniones sobre lo que pasa en el mundo y esto los clientes no lo ven bien. Muchos de ellos piensan que debería centrarse en Tesla y no en hacer política barata y populista a lo Donald Trump.

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Escuchamos tu voz, señor

Lo que para un fabricante tradicional de coches es el día de la conferencia de presentación de resultados en Tesla se llama 'Día de algo' y hay de varios tipos: 'Día del Inversor', 'Día de la Batería', 'Día de la Inteligencia Artificial', etc. Y, por supuesto, el sudafricano usa estas oportunidades para anunciar futuros proyectos con toda la pompa y circunstancia.

Todos recordamos el megalómano hyperloop (un sistema para transportar personas dentro de un tubo de alta tecnología a altas velocidades y en zonas urbanas muy congestionadas, o incluso conectando continentes con océanos por el medio) o la pick-up 'extraterrestre' Cybertruck, que ya forma parte de la historia del automóvil incluso antes de que fuera real (debido a la rotura de una de las ventanillas durante el bautismo en su revelación mundial en 2019).

Pero, en estas ocasiones, siempre tenemos a Elon haciendo de Elon (ya lo decía, metafóricamente, su primera esposa en 2002: "tiene testículos de acero" porque, entre otras cosas, en una semana Musk se había quedado sin saldo en su tarjeta de crédito y en la siguiente compraba Paypal por 1.500 millones de dólares).

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En la más reciente de estas reuniones, anunció que Tesla había fabricado recientemente su coche número 4 millones y que "la demanda de Tesla puede no tener límite", reiterando el objetivo de producir y vender 20 millones de coches por año en 2030, lo que parece como un delirio en el mejor de los casos (si sucede, significaría algo como un 25 por ciento del mercado mundial).

Los retrasos de varios años en casi todos los proyectos no contribuyen mucho a la confianza de los inversores en cualquier empresa. Para colmo, en el último 'Día del Inversor' de Tesla, en marzo pasado, les pidió a los accionistas que creyeran en el futuro, pero sin revelar una estrategia consistente para lanzar nuevos modelos que pudieran apoyar los objetivos megalómanos.

Las expectativas eran altas porque se podía anunciar el Plan Maestro #3, lleno de esperanza y optimismo. Pero en este encuentro empresarial con contornos de discurso motivacional (con el foco puesto en el 'salvador' hablando a sus discípulos), casi no se habló de nuevos modelos en concreto, de nuevas plataformas... ese tipo de detalles que son decisivos para el futuro de cualquier marca de coches.

Globos sonda

Hay vislumbres de nuevos vehículos, referencias también, comentarios sobre la posible producción de un Tesla más compacto y asequible en una nueva giga fábrica en México. O sea, todo se quedó en un episodio más de la bien pensada estrategia de soltar globos sonda que, de seguirse, no llevarán a ninguna parte. Lo cierto es que, si bien este evento fue diseñado para clientes e inversores, su decepción fue evidente y, como reflejo de ello, la cotización bolsista de la empresa cayó (en lugar de subir) al día siguiente.

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¿Qué aprendió entonces el mundo? Que un futuro nuevo sistema de propulsión puede combinarse con cualquier tipo de química de batería, que costará 1.000 dólares menos; que utilizará un 75% menos de chips de carburo de silicio y que los futuros motores eléctricos estarán libres de metales de tierras raras. Parece poco, sobre todo teniendo en cuenta que las grandes noticias en cuanto a propulsión eléctrica llegan desde China, donde marcas como Nio, Great Wall o BYD (entre otras) impresionan cada semana con el lanzamiento de nuevos modelos con gran repercusión a corto/medio plazo.

Vende más y gana menos

El gran bombazo en este inicio de año en la industria fueron los dos brutales recortes de precios de Tesla, a nivel mundial. E incluso los habitualmente ordenados chinos salieron a las calles a protestar porque un bien adquirido casi siempre por encima de los 350.000 RMB (que equivalen a 50.000 dólares) podía, semanas después, ser comprado por 10% o 20% menos.

Uno o dos de los célebres momentos de ira de Musk llevaron a estas dos decisiones casi en sucesión (en enero y abril de 2023), yendo una vez más en contra de las políticas corporativas de los fabricantes de coches tradicionales, cuyas decisiones de marketing y planificación de productos se toman con ponderación y duran años.

En parte, fue la decepción de las ventas en China la condujo a estos dos recortes sustanciales en los precios de los automóviles en pocos meses. Como resultado, los márgenes de ganancias operativas de Tesla cayeron del 19% al 11% y el precio promedio por vehículo vendido cayó de 52.000 dólares en el último trimestre de 2022 a 47.000 en el primer trimestre de 2023.

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El impacto negativo de estas medidas hay que evaluarlo en varios niveles: por un lado, la ya comentada insatisfacción de los clientes que compraron los últimos Tesla antes de la bajada de precios. Por otro lado, la reducción de la facturación o incluso la dificultad que las fábricas ya están teniendo para poder abastecer la mayor demanda, anulando así la ventaja de Tesla, que casi no sufrió la falta de semiconductores, mientras los directores de producción de la mayoría de los competidores casi llegaron a desmontar la Playstation y la Xbox en sus casas para poder aprovechar los 'chips' milagrosos que sus proveedores no les podían suministrar.

Como resultado de estas medidas, la previsión de un nuevo aumento sustancial de las ventas este año (de 1,3 a 1,8 millones de nuevos Tesla colocados en las carreteras de todo el mundo) ya es bastante conservadora...

No hay que pensar, sin embargo, que Tesla se quedó con 'una mano atrás y otra delante' en lo que respecta a sus ingresos. Eso no ocurrió porque la marca siempre ha ganado mucho más en cada coche vendido que su competencia, aunque hagamos la comparación de los Tesla eléctricos con los coches de combustión de los rivales (ya que, en los eléctricos, los rivales siguen teniendo márgenes de beneficio casi residuales).

Además, en el primer trimestre de 2023 los costes de producción por vehículo fabricado se redujeron en Tesla de 39.000 dólares a 37.000, en gran parte debido a mayores volúmenes de producción que siempre conducen a menores costes por unidad.

¿Qué nuevos Tesla aparecerán hasta 2030?

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Cuando comparamos los Tesla S con sus rivales europeos (BMW i7, Mercedes EQS o el Audi e-tron GT) o Model X, nos damos cuenta de que son modelos anticuados que están tardando en ser reemplazados por vehículos más ligeros y con una mejor calidad de construcción. Y así, ¿qué podemos esperar hasta el final de esta década?

Con cinco años en el mercado, se espera que el Model 3 reciba un lavado de cara en la segunda mitad de 2023, tanto por su antigüedad como porque en los últimos meses se han visto varios coches camuflados en Estados Unidos. No irá mucho más allá de parachoques y ópticas rediseñados y, quizás, mejoras en el motor, mientras que un nuevo modelo solo debería llegar más cerca de 2030.

Por fin, la Cybertruck

Antes de finales de 2023, la producción de la pick-up Cybertruck finalmente debería comenzar, con tracción trasera (un motor), 4x4 (un motor sobre cada eje), tres motores eléctricos e incluso cuatro (este último podrá moverse en diagonal, como un cangrejo).

El Model Y (técnicamente un Model 3 con carrocería crossover) es de 2021 (el más reciente de la gama), por lo que no se esperan retoques antes de 2027, una vez más relacionados con paragolpes y ópticas, pero también con una pantalla central giratoria (como en los S y X) e instrumentación totalmente digital. Es probable que también disponga de una autonomía más amplia, dado que para ese año la competencia ya habrá avanzado mucho en este campo.

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2024 podría comenzar con un regreso a las origines para Tesla, con el lanzamiento del nuevo Roadster. Recordemos que el primer Tesla, de 2008, fue precisamente el biplaza descapotable, cuya nueva generación ya se mostró... en 2017. Se sabe que tendrá una plataforma específica, unos 1.000 CV de potencia, tracción 4x4 y que será capaz de alcanzar los 100 km/h en 2 segundos.

El Tesla de los 25.000 dólares

Y luego hay tres proyectos de los que aún no se han visto bocetos: el llamado 'coche de 25.000 dólares', compacto, de 5 puertas, que ya se mencionó en el 'Día de la Batería' el pasado mes de septiembre. Muy importante para combatir a los distintos rivales que tendrá en 2025, podría llamarse Model Q o Model C y usar baterías con celdas de litio-hierro-fosfato en lugar de iones de litio (lo que ya sucede en el Model 3), para ayudar en el objetivo de tener un precio más asequible.

También estará el Robotaxi, cuyo lanzamiento se prevé igualmente para 2025 y que será fundamental para que Tesla persiga el objetivo anunciado por Musk de hacer de "la conducción autónoma la principal fuente de ingresos de la compañía en el futuro".

Fue mencionado oficialmente, por primera vez, en el 'Día de la Autonomía' en abril de 2019 y pretende convertirse en el medio de transporte privado con el menor coste por kilómetro. Para que sea adoptado masivamente, es importante que la tecnología de conducción autónoma de Tesla sea más fiable que la actual, ya que, a pesar de llamarse FSD (Full Self-driving software), sigue sin cumplir con dicha 'promesa' (hay varias demandas en curso en Estados Unidos contra la marca americana por accidentes provocados por el Autopilot).

Tesla Roadster.
Tesla Roadster.Tesla.

Finalmente, además de un robot humanoide (conocido como Optimus) que es posible que conozcamos en el 'Día de la Inteligencia Artificial' (el próximo 30 de septiembre), también se espera el lanzamiento de un monovolumen en el que también serán decisivos los recursos de conducción autónoma.

Un camión para la historia

Otro proyecto que 'descarriló' varios años fue el camión semipesado Semi, presentado en 2017 y con el inicio de entregas previsto para 2019, cosa que, para variar, no sucedió. Finalmente, el 1 de diciembre, PepsiCo recibió la primera unidad, pero hasta llegar a las poco realistas 100.000 unidades anuales que prometió Elon Musk en el anuncio del proyecto hace cinco años, aún queda mucho camino por recorrer.

El Semi es impulsado por los tres motores eléctricos del Model S Plaid (que suman más de 1.000 cv, aproximadamente el triple de la potencia de un camión con motor diésel), promete una autonomía de 800 km y fue pensado para mitigar el hecho de que los camiones, que representan alrededor del 1% de las ventas de vehículos en Estados Unidos, son responsables de casi el 20% de las emisiones en las carreteras. Gracias al voltaje de 1.000 voltios del sistema, Tesla afirma que puede cargar la batería al 70% en solo media hora.

Tesla Semi.
Tesla Semi.Tesla

Junto con Semi, Tesla estrena la versión 4 de su sistema de carga, capaz de alcanzar 1 mW de potencia (el triple de lo que existe a día de hoy en la marca americana), dotado de refrigeración por inmersión (que también estará disponible en la Cybertruck) y que más tarde quedará disponible igualmente en los Supercargadores de Tesla.

Pero esto son los planes, porque todo, como siempre, está sujeto a los impulsos del dueño de la marca.

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