Si ya hay un Mustang eléctrico... ¿por qué no un Capri? Eso ha debido pensar Ford a la hora de resucitar a su mítico coupé deportivo... ahora en forma de SUV. Porque el nuevo Ford Capri es un coupé, sí, pero con formato todocamino. Además de cien por cien eléctrico. Poco que ver con el original.
La reedición del Capri, como la conversión del Mustang en Mach-E, nunca nos la hubiésemos imaginado así, pero así son. El recién llegado lo hará en dos versiones, una con batería de 77 kWh de capacidad, que ite cargas de hasta 135 kW, puede llegar a superar los 620 kilómetros de autonomía y con un motor desarrolla 286 caballos de potencia entregados a las ruedas traseras.
Para las versiones 4x4, la batería alcanza los 79 kWh útiles, acepta cargas de 185 kW y según la homologación WLTP podrá recorrer 592 kilómetros sin "repostar". La potencia total de sus motores en este caso llega a los 340 CV. Números casi idénticos a los que Volkswagen ofrece en sus ID.3, ID.4 e ID.5 porque, de hecho, el Capri nace sobre la misma plataforma que los alemanes.
Todavía no se han desvelado muchos detalles técnicos de este nuevo vehículo, que hará su aparición en el mercado a finales de año y tendrá un precio a partir de los 54.265 euros para la variante más barata. Los dos acabados con tracción integral costarán 61.255 euros (Capri) y 64.275 euros (Capri ).
Nombres de leyenda
Con los precedentes del Mustang, pero más claros del Explorer o el Bronco como ejemplos de recuperación (o reutilización) de nombres de modelos históricos en Ford, el Capri sigue ese proceso de darle más 'vida' a su gama de modelos mediante denominaciones icónicas que resulten atractivas y emocionales para sus clientes.
Todos ellos han sido reinterpretados dentro de la era de la movilidad eléctrica, pero en el caso del Capri se pretende combinar la parte pasional -a la que apela el nombre y el ancestro- y la práctica. El nuevo Ford Capri es un coche de uso familiar, con argumentos como un buen espacio interior y un maletero que puede alcanzar más de 570 litros de capacidad manteniendo cinco plazas.
Un icono de los 60
El Ford Capri original, nacido a finales de los años sesenta, fue un deportivo de culto, con un prestigio cincelado a base de éxitos en las competiciones europeas de circuitos marcaron toda una época. De él aparecen algunos guiños en el diseño exterior del nuevo eléctrico, como la silueta que forman las ventanillas laterales o la firma lumínica de los pilotos traseros. Por dentro, sin embargo, la imagen es de absoluta modernidad. La pantalla central del cuadro de instrumentos que hay tras el volante es realmente pequeña, para ofrecer sólo la información imprescindible, como es tendencia en estos tiempos.
A cambio en la consola central destaca una especie de tablet gigantesca, de 14,6 pulgadas, con una pantalla táctil de muy alta resolución que se puede desplazar hacia arriba y hacia abajo e incorpora los últimos avances en conectividad, como la conexión sin cable para Android Auto y Apple CarPlay. Bajo esa gran pantalla hay una zona de almacenaje protegida de las miradas indiscretas (como también tiene el Explorer).
Seguro y confortable
El Capri eléctrico también incluye una larga lista de elementos de seguridad, entre ellos, la asistencia de dirección evasiva, el detector de ciclistas y motos al abrir las puertas, la alerta de tráfico cruzado con frenado activo o el asistente de colisión. Para apoyar el funcionamiento de todas esas tecnologías, el coche dispone de doce sensores ultrasónicos, cinco cámaras y tres radares.
En el equipamiento de serie encontramos elementos que no son muy comunes en vehículos de este precio, como los asientos delanteros deportivos con reposacabezas integrado y el volante, que en ambos casos están calefactados.