Fiat Grande Panda Hybrid: especie en proceso de expansión

Fiat llevaba siete años sin tener un coche del segmento B en Europa (ya que el Grande Punto dejó de fabricarse en 2018). Pero por fin llena ese hueco en su gama. Muy importante para una marca que tiene su principal volumen de ventas precisamente en los segmentos de entrada del mercado.

El Grande Panda es su primer coche fabricado sobre la plataforma de 'coche inteligente' que ya se utiliza en el Citroën C3 y el Opel Frontera y, por ahora, con los mismos motores eléctricos de 113 CV y el híbrido de gasolina de 110 CV. Más cerca de finales de año llegará el Grande Panda propulsado únicamente por gasolina y con caja de cambios manual que tendrá un precio de entrada más atractivo, alrededor de los 16.000 euros (además del 4x4 que se reveló recientemente como concept car y que será la versión más cara con motor de combustión, pero por debajo del eléctrico).

En este caso, "Grande" no significa exactamente grande, sino que indica que el coche es 34 centímetros más largo que el Panda urbano (3,99 frente a 3,65 metros), aunque rebautizado como Pandina, que existe desde los años 80, con enorme éxito en Europa, especialmente en Italia. Fue diseñado en el centro de diseño de Fiat en Turín, curiosamente por François Leboine, el mismo diseñador que trazó las líneas del nuevo Renault R5 eléctrico y luego dejó la marca sa por Fiat.

Tiene unas formas exteriores rectangulares llenas de aristas, un volumen similar al de su 'primo' Citroën, además del mismo aire de crossover urbano. El guiño al pasado lo hacen los faros LED pixelados que recuerdan a los simplistas videojuegos de los años 80, mientras que los pilotos traseros se inspiran en las ventanas de las fachadas de la histórica fábrica de Fiat en Turín. Por otro lado, las palabras Fiat y Panda grabadas en la carrocería hacen que el exterior del coche sea más divertido y personalizado.

Amplio interior y el maletero más grande de su clase

En su interior puede alojar hasta cinco personas (lo ideal son cuatro adultos y un niño pequeño), con amplio espacio para la cabeza (este pasajero trasero de 1,80 metros puede colocar cuatro dedos entre la parte superior de su cabeza y el techo en la segunda fila) y un espacio para las piernas aún más generoso (seis dedos entre sus rodillas y los respaldos de los asientos delanteros). Junto a otros rivales de esta clase, es uno de los más espaciosos en anchura y altura, no apareciendo en los primeros puestos en longitud. No hay salidas de ventilación directas en la parte trasera, como es normal en este segmento de mercado, pero el túnel en el piso es relativamente bajo pero un poco ancho.

En comparación con el Grand Panda eléctrico que condujimos antes, la ausencia del patín de la batería en el piso del coche significa que hay más distancia al suelo (2,2 cm adicionales) y también en el interior, y permite que los pies/piernas descansen en un plano más bajo, ganando comodidad debido a la posición de las piernas menos flexionadas. La visibilidad hacia el exterior es muy despejada y los asientos traseros, mucho más altos que los delanteros, crean un agradable efecto anfiteatro para quienes viajan detrás.

El maletero tiene una capacidad de 412 litros (50 más que el eléctrico, también porque no hay componentes del sistema de propulsión eléctrica), y se puede ampliar hasta 1.366 litros si se abaten los respaldos de los asientos de la segunda fila. Es el más grande de su clase gracias a la forma tipo SUV de su carrocería, alta y cuadrada.

Al abatir los respaldos de los asientos traseros, ya sea en su totalidad o en dos partes asimétricas, se produce un escalón alto con respecto al suelo del maletero pero también un escalón alto entre la abertura y la superficie de carga (esto puede dificultar la colocación y extracción de objetos más pesados). Sus formas rectangulares son fácilmente utilizables.

Simplicidad digital

Los diseñadores se preocuparon en hacer este interior lo más alegre posible, utilizando detalles coloridos en las salidas de aire, las costuras de los asientos y luego hay conexiones con la historia de la marca italiana. Visible, por ejemplo, en el marco del de instrumentos de 10" y la pantalla central de 10,25" que reproduce la forma ovalada de la centenaria pista de pruebas de Lingotto (hay incluso un pequeño coche 'dando vueltas' a la pista). Hay controles de clima físicos, debajo de los cuales es posible duplicar de forma inalámbrica cualquier teléfono inteligente que pueda llevarse en una bandeja inalámbrica, siempre que ita esta función.

En la primera fila encontramos el selector de transmisión conocido de casi todos los modelos de las marcas Stellantis y una construcción sencilla, realizada únicamente con materiales plásticos de tacto duro (tanto en el salpicadero como en las puertas), pero con una solidez que inspira sensación cierta confianza. Al abrirla, la tapa de la guantera 'cae' en lugar de bajar (también normal en esta clase), hay entonces una balda para colocar pequeños objetos y una segunda guantera que en algunas versiones puede estar recubierta de un tejido sostenible que contiene fibras de bambú (un detalle divertido porque es la comida favorita del simpático osito). Y esto sólo fue posible porque el airbag del acompañante estaba situado en una zona más alta.

Esta versión híbrida 'mild' se suma a la eléctrica que ya había en el mercado y, como suele ser habitual en este tipo de propulsión, combina un pequeño motor eléctrico de 29 CV/55 Nm -montado en el interior de la caja de cambios- con un motor gasolina de 1,2 litros y tres cilindros de 101 CV/205 Nm, para juntos alcanzar una potencia máxima de 110 CV (el par total no está anunciado). Es el mismo sistema que montan modelos como el Citroën C3, el Jeep Avenger o el Opel Frontera.

Dinámica aprobada

La primera experiencia dinámica con el Grand Panda eléctrico tuvo lugar en Turín y sus alrededores. El confort de marcha no es tan sobresaliente como en el e-C3 porque el coche italiano no utiliza topes hidráulicos en los amortiguadores, que Citroën adoptó para proporcionar el comportamiento más suave que forma parte del ADN de la marca sa. Pero el compromiso entre estabilidad y confort está bien conseguido, lo que hace que ni el Gran Panda se incline demasiado en curvas o rotondas, ni se muestre demasiado 'seco' en sus reacciones al pasar por firmes en mal estado (aunque, en este caso, el eje trasero rígido no absorbe baches tan bien como si utilizara una suspensión independiente). En cualquier caso, es menos seco que el Grand Panda eléctrico, que tiene la pesada batería en la base del coche.

La dirección tiene el peso adecuado para un vehículo urbano incluso con un desarrollo relativamente largo (3 vueltas de volante de tope a tope), lo que en algunas curvas más cerradas puede obligar a más movimientos de brazos de los que se desearía. Aún mejor es el frenado, que se muestra progresivo y capaz de actuar desde el inicio del recorrido del pedal.

El Grande Panda Híbrido es ágil, sobre todo al coger velocidad gracias al 'empuje' eléctrico que proporciona este motor y que compensa la posible falta de potencia del motor gasolina, en los regímenes iniciales, antes de que entre en acción el turbo (más aún tratándose de un motor que trabaja en ciclo Miller, más centrado en la eficiencia que en una respuesta muy rápida). Los 11,2 segundos que tarda en pasar de 0 a 100 km/h prácticamente igualan el tiempo de la versión eléctrica, mientras que su velocidad punta de 160 km/h supera los 132 del coche 'a pilas', que pesa 217 kilos más. Por supuesto, a diferencia de aquel, solo puede circular en modo totalmente eléctrico en distancias cortas (alrededor de un kilómetro, un poco más en ciudad gracias a la regeneración de energía mediante desaceleración/frenado) y a bajas velocidades y con cargas suaves del acelerador (la batería es de solo 0,8 kWh, cuando la del Grand Panda eléctrico tiene una capacidad 50 veces mayor).

No hay modos de conducción, pero el conductor puede presionar un botón 'L', debajo de las posiciones PRND (Estacionamiento/Marcha-atrás/Neutro/Conducción) entre los asientos delanteros, que sirve para hacer que la caja de cambios de doble embrague sea más deportiva al reducir la marcha (automáticamente). Tiene sentido porque no hay levas en el volante ni ninguna otra forma de cambiar de marcha manualmente y, con esta función, es posible tener algo de freno motor en descensos y ritmos más rápidos sin que el conductor tenga que 'colgarse' en los frenos.

La transmisión e-DCT también merece elogios por sus suaves transiciones entre la propulsión térmica y eléctrica, con enorme fluidez y sin interrupciones en la entrega de par cada vez que se acopla una nueva marcha (de las seis disponibles). El motor eléctrico está alimentado por una batería de iones de litio de 48 V, que también suministra energía a los sistemas de confort y seguridad del vehículo.

Finalmente, en términos de consumo, el recorrido de 156 kilómetros por zonas urbanas, carreteras nacionales con curvas y autopistas ha finalizado con una media de 7,2 l/100 km, aceptable pero inflada por un ritmo más rápido del que se suele seguir en el día a día, al tratarse de una prueba. Lo que contribuyó a que estuviera más de dos litros por encima de la media (5,1) anunciada por la marca.

Primeras impresiones 8

Fiat capitaliza el buen nombre del icónico Panda en el bautizo de su nuevo compacto que comparte componentes con el Citroën e-C3 y el Opel Frontera, entre otros modelos del Grupo Stellantis. Asequible, sencillo, espacioso y con algunos rasgos originales, promete revolucionar el mercado, especialmente con este motor híbrido ligero y, con el que llegue a finales de año, sólo de gasolina y con cambio manual.