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Fiat Mefistófeles, el coche 'diabólico' con motor de avión y piezas de autobús que mantiene un récord

El Fiat 'Mefistófeles fue la creación de un joven británico y el diabólico nombre le resultó muy apropiado, entre otras cosas porque alcanzó 234,98 km/h.

El 'Mefistófeles' se construyó en los años 20 del siglo pasado...
El 'Mefistófeles' se construyó en los años 20 del siglo pasado sobre la base de un bólido de 1907.Fiat.

Resulta impensable que un coche pueda presumir de mantener un récord del mundo 110 años después de lograrlo, pero esto es lo que sucede con el Fiat 'Mefistófeles'. El nombre, desde luego, te sonará diabólico, pero parece apropiado para un coche que no solo resultó ser el más rápido con el cronómetro en mano, sino que además lo logró haciendo un sonido tan alto que al parecer llegaba a ser casi ensordecedor.

Riesgo y velocidad

El Fiat 'Mefistófeles' (Mefistofele, en italiano) fue la creación de un joven británico llamado Ernest Eldridge, que a principios del siglo XX se entregó con pasión a saciar su sed de gloria y aventuras abrazando el riesgo y la velocidad, como hacían otros jóvenes de la alta sociedad.

Eldridge había nacido en 1897 y se había visto obligado a hacer un parón en sus estudios para luchar en la Primera Guerra Mundial, donde por primera vez se puso a los mandos de un automóvil como conductor de ambulancias. Regresó vivo del conflicto, pero con una irrefrenable pasión por los coches, los aviones y las emociones fuertes. Y solo encontró una forma de satisfacer sus inquietudes: batir un récord de velocidad sobre tierra.

Ernest Eldridge, al volante del 'Mefistófeles'.
Ernest Eldridge, al volante del 'Mefistófeles'.Fiat.

Para ello compró un Fiat SB4, un coche de carreras de 1907 que en la década de los años 20 ya estaba desfasado, y decidió ponerle un motor de avión. El elegido para ello fue el Fiat A.12, un propulsor de seis cilindros que había sido utilizado en aviones de reconocimiento y bombarderos, y cuyas prestaciones eran al parecer muy apreciadas.

Pero no se conformó Eldridge con incluirlo tal cual, sino que pidió que le modificaran la culata para dotarla de cuatro válvulas por cilindro, con lo que consiguió alcanzar una potencia de 350 CV.

Piezas de un autobús accidentado

Como era de esperar, se encontró con que semejante motor no encajaba en el coche, así que tuvo que deshacerse de parte de la carrocería vieja y mandar construir una nueva. Y para encontrar las piezas a las que dar forma optó por ir a un desguace de la época y utilizar las chapas de un autobús londinense accidentado.

Una vez terminado, el 'Mefistófeles' llamó la atención de Delage, marca que hacía de las carreras uno de sus grandes argumentos y que no tardó en retar a Eldridge a una carrera para ver cuál era el coche más rápido. Eldridge, por supuesto, aceptó.

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La cita fue en julio de 1924 y el lugar sería la Route Nationale 20, cerca de Arpajon (norte de Francia). El 5 de julio, el 'Mefistófeles' atronó la tranquilidad del entorno alcanzando los 230,55 km/h. Pero sus rivales no dieron este récord como válido porque entre las condiciones que se habían puesto estaba la obligatoriedad de que el coche tuviera marcha atrás, y el 'Mefistófeles' carecía de ella.

Así, el Delage se puso a 230,63 km/h a los mandos de René Thomas, su piloto estrella, que ya había ganado en varias ocasiones las 500 Millas de Indianápolis. Pero mientras el Delage batía este récord Eldridge no estaba parado; desmontó la caja de cambios y con ayuda de un herrero local consiguió transformar la transmisión para que incluyera una marcha atrás.

234,98 km/h

Siete días después de su primer intento, el joven británico volvía a lanzarse a la carretera, ya con un coche con marcha atrás, y esta vez estableció una marca de 234,98 km/h.

Lo bueno para Eldridge, y para el Fiat 'Mefistófeles', es que nunca más se volvió a lograr un récord en aquella carretera y con aquellas condiciones, por lo que el modelo italiano, que en la actualidad se encuentra bien guardado en el Centro Storico Fiat de Turín, sigue siendo el poseedor de aquel récord.

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