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Se acerca el verano, las vacaciones, los viajes por carretara... y una de las formas de hacerlo más cómodo y también más económico es utilizando casas rodantes, es decir, caravanas o autocaravanas en las que desplazarnos y residir durante nuestros días de asueto.
La Guardia Civil de Tráfico lo sabe y ha lanzado varios mensajes importantes a través de las redes sociales para que sus s eviten riesgos y, de paso, multas que pueden arruinar las esperadísimas vacaciones estaivales.
Consejos de la Guardia Civil para caravanas
Las caravanas y autocaravanas son vehículos especiales y como tales tienen algunas normativas específicas que hay que conocer y respetar cuando hagamos uso de ellas. Tanto si tenemos una en propiedad como si empleamos una temporalmente mediante el alquiler. Hay que conocer la normativa porque recordemos que el no estar al corriente de las normas no nos exime de cumplirlas... ni de la multa que conlleva el infringirlas.
La primera precaución que apunta la Guardia Civil es la principal y lógica: debemos adaptar nuestra conducción a las particulares dimensiones del vehículo. Una autocaravana es más grande y pesada que un turismo convencional, incluso que los monovolumenes o las minivan tipo Volkswagen Multivan y eso requiere tomar una actitud especial al volante.
"Conduce con precaución teniendo en cuenta el peso y las dimensiones del vehículo", explican desde Tráfico. Eso significa que debemos adaptar la velocidad en función del tamaño mayor del vehículos, reduciéndola y aumentado la distancia de seguridad para, por ejemplo, tener suficiente margen en una frenada de emergencia.
Dónde se puede viajar en caravanas y autocaravanas
La Guardia Civil también ha recordado la normativa que regula dónde se puede viajar y donde no en este tipo de vehículos. Así, y aunque en las autocaravanas los pasajeros pueden disfrutar del viaje indistintamente en las plazas delanteras o, si lo prefieren, en la zona de vivienda... la coas cambia cuando hablamos de una caravana remolcada.
En ese caso los pasajeros tendrán que viajar obligatoriamente en el vehículo que remolca a la caravana y no en ésta, ya que en caso de accidente está mucho más expuesta al no contar con medidas de seguridad al mismo nivel que los automovíles.
Bolas de remolque, frenos de inercia...
Lógicamente, una autocaravana es un vehículo mucho más sencillo ya que, básicamente, es una furgoneta ligera modificada como vivienda en la parte trasera. Sin embargo, una caravana remolcable requiere de un mecanismo de fijación con el vehículo que la arrastra que tiene que cumplir una normativa específica de seguridad.
La Guardia Civil avisa de que en todos los casos las bolas de remolque deben ser homologadas pero, además, en el caso de que la caravana tenga un peso superior a los 750 kilos, es obligatorio que cuente con un freno de inercia. Hablamos de un mecanismo que se activa cuando se inicia un acercamiento entre la caravana y el vehículo tractor. Se genera entonces una fuerza de frenado en el punto de enganche que provoca un movimiento de la barra de tracción que activa los cables de freno, deteniendo así al remolque.