La Finestre es un puerto sin asfalto. Frontera alpina con Francia en 2025 ha vuelto a ser la Cima Coppi (2178 metros de altitud) en el día del juicio final del Giro de Italia. Llegó tarde a la Corsa Rosa -el primer ascenso fue en 2005- pero sus 18,5 kilómetros con una media extenuante del 9,2% ya han sido el decorado del capítulo de leyendas en rosa.
Allí, donde hace siete años, Simon Yates firmó uno de los grandes desfallecimientos de la historia del ciclismo tras ceder 39 minutos ante un ataque de Chris Froome a 80 de meta, renació el británico para firmar el gran de recital de su carrera profesional, que acumula 11 temporadas en el World Tour, para ganar su segunda grande tras LaVuelta 2018.
Simon Yates ajustó cuentas con la historia y Visma se redimió, en parte, del golpe de la Planche des Belles Filles 2020 que dio a UAE Team Emirates y a Pogacar su primera grande ejecutando un plan frío y demoledor que eleva la temporada de las avispas con Vingegaard preparando el asalto a la ronda sa en Sierra Nevada.
EF abre fuego y Yates deja hacer
EF tomó la iniciativa con un plan que no tenía misterio: desde la base del gran puerto del día a tutta. Chalequito primero, Steinha preparó la pista de despegue y Carapaz soltó su rabia. Del Toro no salió tan fácil como en Champoluc, pero logró coger su rueda.
Carapaz comenzó la tortura y se veía bien al Torito que llegó a soltarse del manillar en plena andanada. El Giro estaba ahí y Yates quería pelea. Sabía que Van Aert andaba por delante y no entró al trapo. Su presencia minó y sembró de dudas el duelo latino.
Los contraataques se sucedían y Del Toro se mantenía firme al acoso. El palo definitivo de Yates llegó a más de 15 para coronar y cuando el 'sterrato' permanecía lejano.
Del Toro y Carapaz deciden no tirar
Carapaz no se guardaba nada y aprovechaba el trabajo de Gee para dar continuidad a su ofensiva, Del Toro no perdía la compostura y nadie decidía tirar. Les estaban levantando el Giro.
Yates recogía cadáveres de la fuga y seguía picando piedra con el potenciómetro bien ajustado. 20, 40, 60 segundos y subiendo. Por detrás aparentaban sangre fría, pero no iban. Cuando el británico se puso maglia rosa virtual, Del Toro ya no podía. Jugaron con fuego en UAE y se achicharraron. Querer y ya no poder. El hundimiento.
Yates coronó a 1:37 del dúo latino que seguía sin decidirse a activar la caza. Algún día se sabrá a qué jugaban. Yates salvó el desastre tras pisar un bache en la bajada y apareció Van Aert. Por detrás ya habían entregado la cuchara, postrados al plan de Visma. Tras hora y media de contrarreloj, Simon Philip Yates, nacido en Bury en 1992, les metió 5:13" para firmar su venganza con el Giro y la historia.
La etapa fue para Chris Harper. Resistió desde la fuga inicial de 31, junto a Alessandro Verre y a cuatro de coronar, el gran puerto soltó al italiano y firmó una exhibición portentosa desde la fuga de la fuga. Saldrá en las fotos cuando se hable del plan maestro de Visma y Yates en Finestre.
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