hace 25 años, José Enrique ‘Quique’ Gutiérrez escribió una página imborrable en la historia del ciclismo español. Fue el 21 de mayo del año 2000 cuando el valenciano, con apenas 25 años, se enfundó la maglia rosa del Giro de Italia tras una etapa monumental entre Loro Ciuffenna y Prato, donde se coló entre los grandes de una escapada ilustre y supo aprovechar el desgaste del pelotón para asaltar el liderato.
“Los recuerdos son muy buenos. Llevar el maillot de líder en cualquier grande es la leche. Fue emocionante, aunque solo duró un día. Al siguiente llegó la etapa de San Pellegrino y no aguanté. Pero ahí tengo la foto y el maillot enmarcado en casa. Parece que gané el Giro, pero no”, cuenta a MARCA entre risas Quique, con la misma humildad con la que pedaleó aquella jornada bajo los colores del Kelme.
En una etapa larguísima (257 kilómetros), con el o della Consuma como juez, Gutiérrez supo interpretar el guion. Con el trabajo de sus compañeros Sevilla, Otxoa y Castelblanco preparando el terreno, y la falta de reacción del Fassa Bortolo de Tosatto, el valenciano logró colarse en la fuga decisiva junto a hombres como Axel Merckx (vencedor de etapa), Iván Parra, Di Luca o Eladio Jiménez. El botín: la preciada maglia rosa.
Aquel liderato le convirtió en el undécimo español en lucir el rosa, tras nombres ilustres como Poblet, Induráin u Olano. “A veces la gente me lo recuerda como si hubiera ganado el Giro. Para mí, con lo difícil que es, fue en parte como ganarlo”, confiesa humilde.
Un Giro 2025 con sabor valenciano
Gutiérrez, ahora vinculado profesionalmente al ciclismo desde los despachos a través de la RFEC, sigue con atención el actual Giro de Italia, especialmente por la presencia de Juan Ayuso. “Este de 2025 está siendo un Giro interesante. En mi caso lo estoy disfrutando más, al ser valenciano como él. Hay picante dentro del UAE, a ver qué pasa. Confío y pienso que Del Toro, igual me equivoco, pero le puede faltar un punto. Creo que va a fallar”, analiza con sinceridad.
Sobre Ayuso, no se muestra sorprendido por su rendimiento: “Es muy ambicioso. Desde joven ya tocó ser un ganador nato. Su rol siempre ha sido de liderazgo. Pocas veces le hemos visto de gregario. Es de mentalidad que solo vale ganar”.
En la actualidad, sin perder el ritmo
A nivel laboral, Quique sigue volcado en el ciclismo desde otra perspectiva. Ahora es vicepresidente en la RFEC. “Mi trabajo actual va bien. Tenemos mucho trabajo. Estamos implementando cosas nuevas, con ganas de que salgan. Para eso nos hemos ofrecido”, resume con la misma pasión que la que tenía cuando era ciclista. Aquel maillot rosa de 2000 duró solo un día pero, para Gutiérrez, y para el ciclismo español, fue una jornada inolvidable.
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