El drama sobrevoló la Estrella de Besseges. La carrera por etapas sa, de categoría 2.1, rozó el desastre cuando un 17 kilómetros de la meta de la segunda etapa, el conductor de un Mini Cooper salió de una carretera secundaria instantes antes de que el pelotón pasara a toda velocidad.
Por fortuna se evitó un gran impacto cuando los ciclistas detectaron el peligro y frenaron permitiendo que el conductor diera marcha atrás y saliera de la trazada. El frenazo provocó daños colaterales en forma de caídas como la que afectó a Maxim Van Gils (Red Bull-Bora-Hansgrohe) que se fue al suelo a consecuencia de una montonera generada por los volantazos por evitar al coche.
El periodista Daniel Benson ha recogido unas declaraciones de Heinrich Haussler, director deportivo de la estructura alemana: “Todo el pelotón se frenó y los chicos acababan de volver de una avería y estaban en la parte trasera del pelotón. Se generó un efecto dominó, se estrellaron contra el pelotón y Maxim cayó en una zanja”.
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