El ciclismo despidió a uno de sus nombres más icónicos en los despachos y detrás del volante de los coches de equipo, el de Gianni Savio. El italiano falleció a los 76 años de edad tras una larga enfermedad que le llevaba propiciando problemas de salud recurrente en tiempos recientes. 'El Príncipe', apodo que le acompañó desde su primer proyecto en 1986, fue descubridor, innovador y también formó parte de un ciclismo que ha cambiado mucho visto desde el prisma actual.
Savio nunca fue un director o un mánager al que se le pueda definir con un color. Los suyos eran variados, como ese maillot del Androni. El equipo patrocinado por la juguetería italiana fue su mejor proyecto y el más reconocido, llenos de publicidad para construirlos y con la misión de captar el mejor talento para hacerle brillar. Y lo había a raudales. Con Egan Bernal, Michele Scarponi, Fausto Masnada o José Rujano como grandes exponentes.
Bernal fue su gran obra. Savio era un apasionado de los ciclistas latinoamericanos y captó en Colombia a un escalador brutal. Capacidad física y talento para la escalada eran sus cualidades, y tras su brillante estreno en el Androni, se convirtió en todo. Ganó el Tour con INEOS e hizo que el trabajo de Savio tuviese su gran logro. Aunque no fuese dentro de su estructura. "Vi algo extraordinario en él. No solo los exámenes físicos, también la inteligencia en carrera y fuera de ella. Eso le hacía superior y se consiguió adaptar rápido", contó el italiano. Bernal fue el elegido aunque después aquel grave accidente de tráfico cortó muchas de sus aspiraciones.
Vi algo extraordinario en él [Bernal]. No solo los exámenes físicos, también la inteligencia en carrera y fuera de ella. Eso le hacía superior y se consiguió adaptar rápido
Además, otros muchos nombres surgieron a partir de su trabajo incesante. Hizo de Scarponi un nombre en la élite, de Rujano, una supernova, de Masnada, un gran escalador. De todo. Con La forma de hacer sobrevivir al equipo y un método que tuvo esa sombra del ciclismo clásico que pocos consiguen evitar: el dopaje. Vivió acusaciones de ciclistas, llegó a recibir una condena del CONI que terminó siendo desestimada, o la Operación Puerto con implicados vinculados a su estructura.
"Faltaba en casa, pero nunca nos molestó. Éramos los fanáticos número 1 de los equipos. Nunca olvidaremos la luz que brillaba en sus ojos cuando descubría a un talento en un pueblo colombiano", contaron sus dos hijas en la carta de despedida a 'TuttoBici'.
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