En cuanto vio que zil reciba el baln y levantaba la cabeza, corri al espacio seguro de que el alemn le pondra el baln en el sitio exacto. Dicho y hecho. Encar a Valds, le super fcilmente regatendole en carrera por el flanco derecho, cruz el baln con precisin y le grit al Camp Nou y al mundo entero que esa era la suya, la Liga de Ronaldo. Ni Messi ni nadie iban a poder evitarlo. "Tranquilos, que aqu estoy yo". Bienaventurados los que tienen fe en Cristiano. Fue una frase para un campeonato.

Esa victoria balsmica en el campo del Barcelona (1-2) clausuraba tres aos de tinieblas y frustraciones, tres duros aos viendo a los azulgranas acaparar ttulos y elogios en la mejor etapa de su historia. Para batir a ese equipo de leyenda, el Real Madrid necesit elevar an ms el listn de sus prestaciones de la temporada anterior (acab con 92 puntos y 102 goles) en un esfuerzo titnico. Por eso, con los nmeros en la mano, no es exagerado hablar del campen ms poderoso de las 81 ligas celebradas hasta hoy.

Porque fue una Liga peleada sin cuartel entre dos equipos a un nivel fuera de serie. Y en ese duelo los de Mourinho se erigieron campeones de la regularidad y de los rcords sostenidos por su descomunal pegada adelante y un eficaz entramado defensivo atrs. Al repasar la pelcula de esta 32 liga blanca se vislumbran dos partes bien diferenciadas. Una primera con un ftbol total, aplastante, con mecanismos colectivos funcionando a pleno rendimiento. Aquel Madrid era una mquina de crear ocasiones inalcanzable para sus rivales.

En la segunda, despus del parn navideo, el equipo se atasc mostrando evidentes sntomas de cansancio (en especial Xabi Alonso, el generador que mueve al campen) y fueron entonces las individualidades las que solventaron varios encuentros. Hasta que llegaron los dos empates consecutivos con Mlaga y Villarreal, la ventaja se redujo de 10 a seis puntos y aparecieron los nervios. Cristiano Ronaldo se elev entonces para echarse el equipo a cuestas en Pamplona y en El Caldern, pero la victoria definitiva lleg en el Camp Nou, donde se produjo la capitulacin de los de Guardiola.

UN TRUENO

Durante la primera parte de la temporada el juego de los blancos fue maysculo por momentos, con una lnea de tres en la que Di Mara, zil, Kak y Benzema se entrelazaban hilvanando jugadas al borde del rea y Cristiano ejecutaba rivales de cualquier modo y manera. El Madrid saltaba al csped como un trueno: jugando 20 metros por delante respecto al ao pasado, en campo contrario, con una presin asfixiante muy arriba y perfectamente coordinada entre todos los jugadores, alternando con equilibrio posesiones largas y cortas (no slo fugaces transiciones) y un porcentaje goleador altsimo.

Era un equipo irresistible fsicamente, veloz sin perder un pice de precisin, voraz, generoso en el esfuerzo e implacable. Un conjunto basado en la verticalidad, el vrtigo y la contundencia que reventaba a sus rivales en apenas 45 minutos. El contragolpe, con ser su mejor arma, ya no era la nica. Aunque resultaba evidente que Mourinho segua disponiendo del mejor contraataque del mundo, ante el que iban sucumbiendo uno tras otro casi todos los equipos. Cuando Xabi Alonso consegua poner balones largos y los de arriba se desbocaban, el Madrid era sencillamente imparable.

Lleg entonces una nueva derrota en el Bernabu ante el Barcelona (1-3) y la eliminacin en la Copa tambin a manos de los azulgranas. Fue el momento clave de la temporada porque, lejos de hundirse, el equipo se rehzo de inmediato, recuper el tono endosndole un 2-6 al Sevilla en el Pizjun y encaden 18 victorias y 3 empates en 21 partidos con unos registros a domicilio demoledores: 15 victorias, 2 empates y una nica derrota. Durante esa segunda fase, su incomparable espritu competitivo le permiti sacar adelante partidos en los que el ftbol no acompaaba. Pero con brillantez o sin ella, este Real Madrid nunca le perdi la cara a un partido. La conviccin de sus futbolistas era tan grande como su contundencia ante la portera rival.

NOMBRES PROPIOS

Hablemos de esos futbolistas. De un Casillas providencial siempre que el equipo le necesit. O de un Sergio Ramos al que la lesin de Carvalho oblig a pasar al centro de la defensa y desde el primer da se hizo indispensable hasta formar junto a Pepe el bastin de la zaga. En el ltimo tramo de la temporada ellos compensaron el bajn de los laterales, donde Marcelo y Arbeloa fueron de ms a menos. Slo las jugadas a baln parado supusieron quebraderos de cabeza para los defensas blancos.

O hablemos de Xabi Alonso, el arquitecto del juego, moviendo siempre con criterio al equipo con el apoyo en los costados de Di Mara y Marcelo, dos prodigios de versatilidad con tanto repertorio como confianza para mostrarlo. El vasco alternaba juego en corto con balones largos que lanzaban a los de arriba como flechas hacia la portera rival hasta que en enero revent fsicamente, y Khedira, su fiel guardaespaldas, se revel incapaz de darle relevo en la creacin de juego. Pese a la evidencia de que es con Granero con quien mejor se entiende, Mourinho se niega a renunciar a su mediocentro defensivo.

Hablemos tambin de zil, que fue de menos a ms, y al que los mejores destellos de Kak eclipsaron al principio. Despus de navidades el ilusionista alemn recuper el tono y volvi a ser el mejor lanzador del juego blanco, siempre sobrado de talento pero escaso de fsico. As y todo, le alcanz para ser el mximo asistente de la Liga (lleva 98). Decisivo fue tambin un Di Maria indispensable para Mourinho tanto en ataque como en defensa, goleador, asistente y recuperador incansable hasta su lesin.

Y qu decir de Benzema, un talento descomunal al que se ha rendido el Bernabu y que, ms all de su elegancia, evidencia un sexto sentido que le permite elegir siempre la mejor alternativa en el juego, al estilo de Zidane. En funcin de la situacin interpreta y decide la solucin con una inteligencia natural. No es slo un goleador, es un prodigio de versatilidad por todo el frente de ataque, donde sus movimientos son temibles por indetectables para las defensas rivales. Tiene gol, potencia, recursos e inteligencia para usar semejante arsenal.

LA LIGA DE CRISTIANO

Pero por encima de tantos y tan diversos talentos, sta ser recordada como la Liga de Cristiano. Ha dejado de ser un goleador, posiblemente el mejor del mundo por encima incluso de Messi, para crecer como jugador. Cristiano es potencia y explosividad, es la productividad llevada al ftbol, una mquina diseada para llegar a la portera por cualquier camino, a ser posible el ms directo. Despus de que le silbase el Bernabu apareci su versin ms solidaria. Tras esa crisis entendi que su aficin no se le rendira mientras antepusiera sus retos al inters colectivo.

Ahora, menos dominado por sus demonios particulares y ms sereno, Cristiano, todo voracidad, ha pasado de ser un goleador hiperblico a convertirse en el futbolista ms decisivo de esta Liga. Sus 44 goles en 36 partidos acreditan una voracidad goleadora como nunca conoci el campeonato, pues ese descomunal pulso con el crack azulgrana ha ido elevando el listn de sus registros a niveles inimaginables hasta hace bien poco.

A su lado, Higuan (22 goles) y Benzema (20) le acompaaron con enorme eficacia hasta erigirse en el tridente ofensivo ms poderoso del ftbol actual, con 86 goles en el campeonato. El argentino acus a partir de Navidades el verse superado claramente por Benzema como referencia en ataque y descendi algo su productividad, aun as muy alta. Y es que a este equipo no le hace falta construir para golear. Mientras el Barcelona necesita crear ftbol para marcar, al Madrid las ocasiones de peligro se le caen de los bolsillos, le surgen de la nada.

A Jos Mourinho le contrataron para que compitiera de t a t con el Barcelona y le destronara y salta a la vista que lo ha conseguido. Habr que ver si asimila con naturalidad este enorme xito un equipo con un futuro envidiable. Y habr que ver cmo asume la derrota un Barcelona sin su carismtico idelogo y que ha vivido instalado en el xito y la excelencia durante tres aos triunfales. Tres aos a los que de momento ha puesto punto y aparte esta Liga del Real Madrid. La Liga de Cristiano.

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