El primero entre los grandes 2q265s
martes, 8 julio 2014, 09:18 1z134s
Acostumbrado como estaba a dictar la realidad, su carcter no se andaba con rodeos. Di Stfano nunca fue simptico, sino directo. Pero no caa antiptico, porque a su alrededor nadie dudaba de que l ya haba visto la jugada, don Alfredo saba.
Entre otras cosas, saba que por mucho que l cubriera todo el campo, necesitaba a otros diez, "toda la muchachada", para tirar paredes; y once enfrente de los que recibir patadas. "Ellos tambin se juegan el cocido".
Escribimos tantas cosas de este hombre hoy porque todos queremos una parte de su gloria. Los periodistas somos, todos, protagonistas frustrados de la realidad y somos, casi todos, nios que quisieron ser futbolistas con las historias que nos contaba el abuelo los sbados por la tarde, antes del ftbol. Cuando hay ocasin de darnos brillo en el reflejo bruido de uno que levant innumerables copas, no perdemos ocasin.
Pero la autntica frustracin, una vez asumida la de que no le dbamos una patada a un bote, es ni siquiera haberlo visto jugar. Si ya es casual que estemos en este mundo, Di Stfano tuvo la improbable suerte de ser l. Y los que lo vieron jugar son los depositarios de una verdad nica: si lo vieron a l, ellos vieron a todos los grandes.
Don Alfredo inaugur el ftbol moderno: l, como futbolista total, y su imagen, sembrada por el mundo de la mano de la incipiente llegada de la tele. Formar parte de esa generacin supone tener razn en cualquier discusin sobre ftbol.
Hoy los periodistas, casi todos, somos frustrados protagonistas de la realidad y frustrados escribientes. No lo vimos, y las imgenes del NoDo muestran jugadas inconexas que hacen difcil hacerse una idea de su juego total, de eso que nos cuentan nuestros abuelos, los que lo vieron, todos. Que fue irrepetible.
Porque lo suyo nadie lo repiti, y dej esa certeza vehemente tan suya en los viejos. Ellos saben. Nos queda seguir escuchando a los que vieron a todos los grandes. Porque vieron al primero.