Platos, piones y dientes 5s4g3w
viernes, 19 octubre 2012, 14:25 2r6p4m
Me gusta el deporte. Me gusta leer sobre deporte, verlo, practicarlo, entenderlo, masticarlo, orlo, escucharlo...Por eso sintonizo a Edu Garca cuando hay ftbol. Y a Hctor Fernndez cada noche. Porque hacen periodismo honesto sobre la felicidad que nos regala este aspecto de la vida. A ellos les gusta el deporte y tratan de transmitirlo as: como una fiesta, un divertimento, nada grave, sin dobleces, sin ventajismos, sin que sea la cosa ms importante de nuestras vidas. Ni siquiera de la suya, pese a que coman de su trabajo.
Por la misma razn, elijo a quin leo. Los hay que enarbolan la antorcha de la verdad, que presumen de tener el elixir de la eterna razn. Otros hablan tan sin saber, pese a sus aos de experiencia, que se retratan cada minuto... el tiempo que tardan en decir una cosa y la contraria. Por eso prefiero a tipos como Sid Lowe, JuanMa Trueba, LuisFer Lpez... Con ellos aprendo no slo de aquello de lo que escriben, sino de cmo lo hacen.
Dentro del propio deporte, y teniendo un equipo de mis amores como todos, soy ms aficionado a Gasol que a los Lakers, a Xavi que al Bara, soy ms de Casillas que del Madrid, y de Hombrados que del Atleti... o del propio balonmano.
Con Nadal es ms fcil: compite por s mismo y, cuando no, lo hace por mis colores inequvocos, los de Espaa en la Davis. Adems de que es un tipo tan irable que hasta su modo de tomar caf debe ser imitable.
Pero hay un deporte del que me siento orgulloso en medio del huracn eterno que lo sacude, una disciplina cuyas reglas son muy sencillas: el ms rpido, el que ms resiste, el ms fuerte, el ms listo, el que rene todo eso, gana. Llevan dcadas ensuciando el ciclismo, llenndole las venas de mierda, hinchando sus ruedas con gas mostaza, e hipertrofiando sus normas y noticias con corticoesteroides de ventajismo e intereses. El ciclismo y su fiesta mayor --el circo anual del Tour-- sonun coitus interruptus peridico. Cada ao, cada mes, cada semana, cada da, a cada rato... no hay un golpe de rueda sin pinchazo.
Hace una semana, encorbatados interesados dispararon un obs de indicios contra Lance Armstrong, un mito antiptico, quien, muy digno, pasa de todo ya. Ser culpable o inocente, pero dejar que lo despellejen sin mover un pellejo de su gest. Porque ni dio jams positivo ni la USADA le ha probado nada. Slo palaras. Pero quien paga las copas y los ccteles ya se ha puesto nervioso y ha encendido su maquinaria de la hipocresa exculpatoria:
Nike dice que se siente engaada, pero pese a que le afea la conducta en pblico, ni le demanda a l ni a quienes acusan a la marca de encubrir sus trampas, adems de que sigue financindole bajo cuerda. Y ahora Rabobank, que nunca tuvo nada que ver con el americano, aprovecha la fuerte marejada para bajarse del barco en marcha. Dicen que no creen en el futuro del ciclismo... basndose en un caso del pasado! Aprovechan un escndalo que estalla siete aos despus del ltimo triunfo del presunto culpable para retirarse y ahorrar unos millones.
Dejen en paz el ciclismo. No lo enreden con ms sospechas y rumores. O pruebas o silencio. Traigan la verdad o cllense. Una verdad irrefutable, justa, real, que no est basada en componendas, amenazas, trampas o promesas mal cumplidas. Ni comunicados tramposos ni titulares de prensa envenenados. Hay tambin dopaje en la tinta que escribe las mentiras de las que se alimentan los aprovechados.
Djennos en paz a quienes amamos y cuidamos el deporte, este deporte, a quienes lo defendemos de su propia basura. El ciclismo se est limpiando, mal que bien y poco a poco. Nunca estar inmaculado, pero ningn deporte lo est, acaso ningn aspecto de la vida, ni quienes lo glosamos estamos libres de culpa. Pero ni dcadas de muertes, suicidios, drogadicciones, depresiones, podios mentirosos, carreras ganadas por el segundo y hasta el tercero de la clasificacin oficial... han podido con este espectculo hermoso de 198 tipos tostados y ahtos de aire dando pedales bajo el sol.
Ni Zulle, ni Pantani, ni Ulrich, ni Beloki... del 1999 a 2005 nadie pudo con Armstrong. El elegante Bugno se top con el gran Indurain. Fignon el soberbio, con el incansable Lemond. Y Alberto Fernndez con Caritoux.Del triunfo ms grande al ms pequeo, siempre hay trabajo, competencia, esfuerzo, honor. Si ninguno pudo con su rival en las carreteras, tampoco los abyectos doctores de la muerte ni sus cmplices que pisan moqueta vencern a quienes suean con apretar platos, piones y dientes para tocar la gloria.
Lo seguiremos contando.