NBA 2rl22

No son los mejores, ni los ms altos, ni los ms guapos, no protagonizarn ningn titular ni aparecern en portada de ninguna publicacin especializada, pero Kenyon Martin y Reggie Evans han sido dos de los principales culpables de que un equipo que hizo unos Playoffs el ao pasado excepcionales, que apuntaba alto en Regular Season y que disfrutaba del factor cancha por primera vez en su historia, est a da de hoy de vacaciones.

Los ngeles Clippers disfrutan de su segunda semifinal de Conferencia desde que mudaran de San Diego (hace 28 aos), y lo hacen gracias a una fuerte apuesta previa al inicio de este curso como fue la contratacin de Chris Paul.

Desde su llegada ya se contaba con este conjunto para la post-temporada despus de seis aos viviendo la lotera, y el genial base se ha encargado de confirmar todas las expectativas formando una sociedad con Blake Griffin que ha protagonizado en igual nmero highlights y victorias para su equipo.

Con todas las miradas puestas en estos dos fenmenos y en la millonaria renovacin de DeAndre Jordan, poca gente repar en la llegada de un Reggie Evans, que a sus 31 aos llegaba a California tras dos aos en Toronto de sinsabores y pisando la cancha en apenas 58 ocasiones por culpa de numerosos problemas en sus pies. Llegaba para echar una mano aunque no se esperaba gran cosa de l.

Algo ms de ruido hizo Kenyon Martin al elegir los Clippers como destino tras su experiencia china. An as no se llegaba a entender que eligiera un equipo con un "power-forward" tan indiscutible como Griffin, y que tericamente iba a racionarle los minutos en pista.

El caso es que con el paso de los partidos y segn ha ido llegando la hora de la verdad, ambos han ido ganando protagonismo en la rotacin de Del Negro hasta el punto de comerle el terreno tanto al pelirrojo All Star como sobre todo a un DeAndre Jordan al que apenas se le ha visto 21 minutos por noche en la serie ante los Grizzlies.

A fuerza de trabajo duro, de partirse la cara con cualquiera, de saber jugar sus bazas, de grandes dosis de veterana y buen hacer, esta pareja -que no es en ningn caso un dechado de virtudes-, ha sabido imponer su ley hasta convertirse en imprescindibles para su entrenador.

Evans es un hombre que jams ha sido capaz de anotar a ms de un palmo del aro y que ha firmado un 52.2% en su carrera en tiros libres, pero en cuanto de ponerse el mono de trabajo se trata, muy pocos como l.
No siendo drafteado, promedia en su carrera 6.8 rebotes en 19 minutos, lo que equivale a ms de 12 si jugara 35. Una barbaridad para un hombre de que apenas alcanza los dos metros. Su secreto, una innata capacidad para adivinar donde caer el baln, no tener miedo a nada ni nadie y mucho, muchsimo amor propio.

K-Mart es un caso totalmente diferente. Lleg como nmero 1 del draft a la liga 2000 y ha tenido una digna carrera hasta llegar a ser All Star en 2004 y jugar dos finales como titular cuando perteneca en los Nets. Con 34 aos ha perdido parte su explosividad, pero mantiene un fsico que todava intimida a muchos de sus rivales y ha hecho de la dureza su sea de identidad.

Con los dos en pista, los Clippers saben que en la pintura, ellos son lo que mandan y ambos han sido capaces de minimizar en esta trepidante primera ronda, a uno de los mejores juegos interiores de la liga.

Cierto que Randolph no estaba al 100% y que Marc arrastraba molestias en la rodilla, pero el 42% en tiros de Z-Bo y la gris actuacin de Gasol (bajando en ms de dos rebotes su media respecto a la temporada regular), no es casualidad.

A base de dureza y triquiuelas mil, han terminado por desdibujar a una pareja que ha cedido ante el oficio de dos tipos que han sabido en cada instante cul era su cometido.

Tal ha sido su importancia en los partidos, que Del Negro se ha visto obligado a darles gran parte de los minutos en los cuartos finales y jugarse las castaas con ellos, mientras en el banquillo tanto Griffin como Jordan asistan al clnic de sus veteranos compaeros

Y es que cuando la soga aprieta el cuello, mejor jugrsela con dos autnticos profesionales, que saben lo que se traen entre manos y que no cometern ninguna tontera.

La actual empresa es harto complicada. Unos Spurs que han triturado rivales de unos meses a esta parte y que son claros favoritos ante "el pariente pobre"; pero que nadie dude que estos dos "matones", no permitirn que los texanos pasen el trago sin dejarse el ltimo aliento en la pelea ante dos de los tipos ms duros del campeonato.

Martin y Evans no vendern camisetas, ni caeremos en ellos cuando con el paso del tiempo echemos la vista atrs hacia estos Playoffs, pero en L.A. saben que si este equipo maldito est donde est, es en gran parte gracias a dos hombres que desde la sombra y sin hacer ruido han realizado un trabajo para su equipo que no tiene precio.

Los dos representan la tan denostada pero imprescindible clase obrera de la liga y por supuesto, merecen su reconocimiento.

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