El balonmano tiene un componente familiar como pocos deportes. Una disciplina que no cesa de dar incontables sagas entre hermanos o padres e hijos. Este es el último caso con el apellido Fis como protagonista después de la llamada del juvenil Marcos, hijo del mítico exjugador internacional hispano-cubano Julio, por parte del seleccionador Jordi Ribera para las dos últimas jornadas de la fase de clasificación para el Europeo 2026.
La convocatoria del jugador de tan sólo 18 años y dos meses, lateral derecho del BM Caserío Ciudad Real de la División de Honor Plata, fue la gran sorpresa en la lista del seleccionador masculino para dos compromisos tan importantes frente a Italia (hoy 19.00 horas Teledeporte) en Fasano, rival al que España venció por la mínima (31-30) y que lidera el grupo 5 con seis puntos, los mismos que el combinado español, y ante Letonia el próximo domingo en Huesca. Una victoria de los ‘Hispanos’ en territorio italiano certificaría el pase al próximo campeonato de Europa como líder.
La noticia fue un bombazo. Para mí era impensable que me convocasen para la absoluta, más aun siendo juvenil, sin haberlo hecho nunca antes y jugando en la Plata
“La noticia fue un bombazo. Para mí era impensable que me convocasen para la absoluta, más aún siendo juvenil, sin haberlo hecho nunca antes y jugando en la Plata”, explica un exultante Marcos a MARCA. Un estado anímico que comparte su progenitor, cubano de origen, pero nacionalizado español en 2005,uno de los mejores brazos y goleadores de principios de los 2000 que militó en los extintos Valladolid y Ciudad Real, o también en el THW Kiel alemán, Bidasoa y Ciudad de Logroño. “No me esperaba tan pronto que pudiese escalar tan alto siendo aún juvenil. Que Jordi lo llame para debutar con la selección, un técnico tan metódico, significa que le sigue y sabe de su potencial y calidad”, destaca Julio, con una plata con España en el Europeo 2006.
Otro ejemplo de precocidad y saga en los 'Hispanos'
De ser uno de los 16 elegidos en la lista para jugar ante Italia o Letonia, Marcos Fis se convertirá en el cuarto internacional más joven en debutar con la absoluta, sólo por detrás de los hermanos Petar y Djorde Cikusa (con 17 años en 2023) y el histórico Quico López Balcells, todavía el balonmanista español más precoz en vestir la camiseta de la selección española absoluta con 16 años, cuatro meses y seis días en 1966. Otro ejemplo más de una saga en el balonmano, en este caso, paternofilial. Además de los Fis, en la actual plantilla aparecen más casos similiares, incluso una doble relación familiar entre padre e hijos y también hermanos, como Dani Dujhebaev, Djorde Cikusa e Ian Barrufet, estos dos últimos aún en edad junior.
No me esperaba tan pronto que pudiese escalar tan alto siendo aún juvenil. Que Jordi lo llame para debutar con la selección, un técnico tan metódico, significa que le sigue y sabe de su potencial y calidad
“No tengo nervios ni presión. Voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda para demostrar toda mi calidad. Me lo tomo como un premio a la temporada que estoy haciendo y como una oportunidad para seguir creciendo como jugador”, avanza el primogénito, quien reconoce que su padre le ha enseñado bastantes cosas, sobre todo haciendo hincapié en los lanzamientos exteriores. "A mi padre le vi jugar, pero era muy pequeño y no me acuerdo, así que algunos partidos los he visto por televisión", añade Marcos. "Puede lanzar de 9 metros, fintar, penetrar y dar continuidad. En comparación con otros jóvenes, tiene un potencial muy grande al ser un chico duro, fuerte, y que va al choque. Al final este tipo de cosas marcan la diferencia", resalta Julio.
Sin embargo, Julio va más allá de lo deportivo en su figura como padre y también como entrenador. "Mi primer consejo es que sea humilde, buena persona, que tenga disciplina y trabaje mucho, y por supuesto, que no se le suba a la cabeza. Que la única forma de llegar lejos es la de trabajar y trabajar", advierte el natural de Guantánamo, retirado desde 2008 a los 34 años por culpa de sus maltrechas rodillas, motivo por el cual recibió la incapacidad por parte de la Seguridad Social. "Cuando mi padre me aconseja, le escucho como padre. Me da buenos mensajes porque sé que quiere que mejore para ser tan bueno como él o incluso mejor", añade Marcos.
Mi primer consejo es que sea humilde, buena persona, que tenga disciplina y trabaje mucho, y por supuesto, que no se le suba a la cabeza
Su parentesco no es su único vínculo.Ambos laterales con una tremenda capacidad goleadora, Ciudad Real es otro nexo que une a padre, afincado en esta ciudad desde su retirada, e hijo, nacido en esta localidad manchega. Además, los dos saben lo que es jugar en el mítico pabellón Quijote Arena, y también defendieron los colores del BM Alarcos, club de la misma ciudad, uno como técnico y otro como jugador. “Se asemeja a mí en su competitividad, en las ganas de triunfar y en el compromiso que crea con cada equipo con el que juega”, diserta Julio sobre su hijo, que jugará en Granollers las dos próximas temporadas en su salto a la Asobal por vez primera en su corta carrera deportiva.
Pero no todo son coincidencias. Julio es diestro y Marcos zurdo, con una diferencia en su estatura, 1,92 y 1,85 metros, respectivamente, y en el físico entre un portento de la naturaleza y un chico aún en desarrollo. Una diversidad que también trasciende al plano deportivo. "La gran diferencia con él es que soy más joven, fintador, rápido y explosivo. Pero mi mayor defecto es que no soy un gran defensor, algo que estoy intentando mejorar", reconoce el primogénito. "Él está en un tema de formación corporal, porque todavía le queda crecer unos centímetros y coger más cuerpo, pero genéticamente es más fibroso y delgado que yo", razona su padre, conocedor del enorme trabajo individual y la exigencia que reclamó a su hijo hasta convertirle en una de las grandes promesas.
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