- La crónica El MVP Shai canta las 40 y deja a los Thunder a un triunfo de la final de la NBA 13 años después
Las estadísticas han sido tradicionalmente la biblia de la NBA, y lo siguen siendo. Todo, hasta el dato más insignificante, se cuantifica, y un jugador y un equipo valen lo que representan sus números en el juego. Sin embargo no siempre gana el equipo que mejores estadísticas presenta. Es lo que sucedió en el cuarto partido de la final del Oeste entre Wolves y Thunder, que acabaron ganando los de Oklahoma (126-128), pese a ser mejores los de Minnesota hasta en 11 apartados del juego, lo que hace (casi) inexplicable su derrota.
No en vano, superaron a los Thunder en rebotes (41-36), asistencias (30-22), puntos tras pérdida, puntos al contraataque, puntos en la pintura, segundas oportunidades de tiro convertidas, tiros libres intentados (28-21), tiros libres metidos (22-16), tiros de campo con un 52,2% (43/84) por un 50,5% de los Thunder (48/95), tiros de tres, con un 43,9% (18/41) por un 43,2 de Oklahoma (16/37) y tiros libres con un 78,6% (22/28) por un 76,2% (16/21). Pero perdieron.
Tenemos que esforzarnos más para contener mucho mejor sus primeras fintas, como hicimos en el tercer partido
Cuando Chris Finch, entrenador de los Wolves, analice en profundidad el vídeo del partido y las estadísticas del mismo tendrá que escrutar detenidamente por qué su equipo perdió pese a dominar en todas esas facetas del juego. Porque tras el encuentro su explicación fue más bien simplista: "Ellos llegaron a sus posiciones, se elevaron y nos superaron en tiros", dijo sobre Gilgeous-Alexander y Williams. "Tenemos que esforzarnos más para contener mucho mejor sus primeras fintas, como hicimos en el tercer partido". Sí, pero no.
Ellos se llevaron más balones divididos, querían un poco más
La estrella de su equipo, Anthony Edwards, no debió ver la planilla estadística antes de hablar con los medios tras el encuentro: "Nos superaron en juego y rebotes", aseguró sin percatarse de que su equipo había ganado la batalla bajo tableros. Serían las sensaciones. Más interesante fue su segunda reflexión: "Ellos se llevaron más balones divididos, querían un poco más". Ese déficit de ambición, sobre todo en la primera parte, pudo condenar a su equipo.
La 'teoría del bikini' de Boza Maljkovic
Bozidar Maljkovic, mítico entrenador serbio y uno de los mejores técnicos en la historia del baloncesto europeo solía repetir recurrentemente una frase cuando se refería a los números: "La estadística es como un bikini, deja ver gran parte de los que hay, pero no lo más importante". Se podría aplicar ese dicho a esta derrota de los Wolves, que se quedaron en cueros al final pese a dominar 11 apartados estadísticos.
¿Cómo silenciar al público fuera de casa? Mi trabajo es salir a jugar al baloncesto y callarlos
En el caso de sus dos 'Top models', Anthony Edwards (5/13 tc) y Julius Randle (1/7 tc), ahí sí la estadística destapó todas las vergüenzas de ambos, que lastraron a su equipo. Siguiendo ese simil de Maljkovic, quien 'lució el mejor bikini' del partido fue el MVP Shai Gilgeous-Alexander, que con 40 puntos, 9 rebotes y 10 asistencias silenció el Target Center de Mineapolis. "Es divertido. Es tan bueno como jugar en casa", dijo el MVP de la temporada al ser preguntado sobre cómo silenciar al público fuera de casa. "Mi trabajo es salir a jugar baloncesto y callarlos". Y eso hizo.
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