La eliminación de los Cavaliers ante los Pacers, tan inesperada como contundente (1-4) tras haber concluido la temporada regular como líderes de la Conferencia Oeste (64-18) fue un mazazo para la ciudad de Cleveland y para su plantilla, desolada tras dilapidar 19 puntos de renta y perder el tercer partido seguido ante su público (primera vez en la historia que le sucedía en unos playoffs) y convertirse en el cuarto equipo de la NBA que tras ganar al menos 64 partidos en temporada regular no pasa de la segunda ronda.
Donovan Mitchell, la estrella de los Cavs que fue el mejor en la derrota (35+9), compareció en la sala de prensa con el gesto desencajado. Tenía el teléfono en las manos, pero no lo miraba mientras se mordía los labios con la vista en el infinito. "No quería creerlo, no quiero creerlo y sigo sin querer creerlo". Sus palabras reflejaron el drama que se vivió en su vestuario en una temporada en el que las expectativas eran tan altas, y con razón.
No quería creerlo, no quiero creerlo y sigo sin querer creerlo
"Me encanta jugar en esta puñetera cancha", dijo Mitchell con un tono de voz que mezclaba la rabia con la frustración. "Esa energía, esa multitud. Hemos perdido tres partidos en casa y hemos decepcionado a la ciudad. Este lugar es especial. Este lugar es realmente especial y no lo logramos", lamentó. "Hemos tenido muchas cosas positivas", dijo Mitchell sobre su equipo. "Pero no las aprovechamos. Ahora tenemos que usar esta motivación. Todos nos van a descartar".
No ponen las lesiones como excusa
El entrenador de los Cavs, Kenny Atkinson, no quiso poner las lesiones de su equipo en el tramo final de la temporada como excusa: "Uno simplemente desearía ser un equipo completo, pero no creo que las lesiones que hemos sufrido sean excusa. No quiero decir 'ah, esa es la razón, esa no es la razón'. Ellos han sido mejor equipo".
Atkinson itió que su equipo no dio el nivel en el momento más importante: "Siento que mejoramos desde el punto de vista del equipo, y muchos jugadores dieron un paso adelante, pero la verdad es que no alcanzamos el nivel que queríamos. Así que no estoy contento con eso. Sinceramente, esperaba más, sobre todo después de la serie de primera ronda contra Miami".
El técnico espolea a sus jugadores
Y defendió a capa y espada a sus jugadores: "Voy a defender a todos en ese vestuario. Tenemos una ventana con este grupo, confío en todos aquí, creemos los unos en los otros. Eso es lo malo, somos un buen equipo. Y durante cinco partidos... no demostramos de lo que somos capaces. Y al final, eso es lo que nos juzgan".
Hemos decepcionado a la ciudad y nos hemos decepcionado unos a otros, pero volveremos
Y finalizó su comparecencia en un tono más racial, casi implorando a su equipo que no se rinda y luche por seguir la línea que mantuvieron durante toda la temporada: "Así que métete en el gimnasio, en la sala de pesas, en nutrición, o lo que sea, y vuelve a por ello. Porque nos van a mandar a la mierda, tío. Hemos decepcionado a la ciudad y nos hemos decepcionado unos a otros, pero volveremos".
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