Nadie habla de otra cosa en la NBA. El traspaso de Luka Doncic a los Lakers ha provocado un auténtico huracán en la liga americana. Muchos especulan sobre las razones que han llevaddo a Dallas a mandar a su jugador franquicia a otro equipo. Y entre tantos rumores, el asunto físico es el que más peso ha cogido.
Periodistas y expertos cercanos al entorno de la entidad texana han deslizado la idea de que el estado físico de Doncic era una cuestión que preocupaba en exceso a los dirigentes del club. Ya no solo por las lesiones que venía acumulando, sino también por su peso. En los últimos días, se han filtrado algunas cifras de lo que podría pesar actualmente el ex del Real Madrid. Algo que el jugador no ha dudado en desmentir en su presentación con los Lakers.
No obstante, es evidente que no se encuentra en la mejor forma física. Una situación que recuerda a la que ya atravesó el base esloveno hace unos años, tras el comienzo de la temporada en 2022.
La receta mágica
Por aquel entonces, Luka Doncic venía de una temporada bastante intensa, con el colofón de los Juegos Olímpicos. Eso le hizo llegar con cierto sobrepeso a la campaña siguiente. “Tuve los Juegos Olímpicos, me tomé tres semanas de descanso y me relajé un poco. Tal vez demasiado. Solo tengo que volver a la normalidad”, reconoció el propio Luka.
Dicho y hecho. Doncic se puso manos a la obra y comenzó una dieta que, junto a la actividad física regular, le hizo perder 12 kilos (de 120 kilos al comienzo de temporada a 108 en la previa de los play off). La dieta fue tan efectiva, como sencilla. Se centraba en tres ingredientes principales: pollo, arroz y verduras. Esto se debe a que el esloveno no es un gran aficionado del pescado ni del marisco. Asimismo, incrementó sus entrenamientos de fuerza y añadió sesiones de cardio a sus entrenamientos diarios. “Solo estoy comiendo más sano, esa ha sido la clave para mí”, explicó el jugador cuando le preguntaron sobre su cambio físico.
La dieta con arroz y pollo, que llevo a cabo Luka Doncic, es una de las más populares entre deportistas, debido a su gran eficacia a la hora de perder grasa y ganar masa muscular. Por un lado, el pollo es una fuente de proteínas magras y el arroz proporciona energía constante para los entrenamientos. Además, a pesar de ser calóricos, ambos alimentos son muy saludables y pueden ayudar a controlar el apetito y a mantener el metabolismo activo.
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