Las dudas parecen disiparse en los Clippers. A pesar del mal inicio de la era Harden en Los Ángeles, el equipo parece haber encontrado el camino correcto. Con un récord de 7-3 en los últimos 10, (10-10, 9º en el Oeste) y victorias de mérito ante equipos como Warriors o Nuggets, podemos decir que los de Lue ya están aquí.
En una plantilla repleta de grandes estrellas de la última década, el esfuerzo coral es el protagonista. Todos están entregados, reman hacia una dirección común y las individualidades y egos no sobrepasan ningún límite. Y era complicado con los nombres de algunos jugadores del roster. Parecen un equipo nuevo, totalmente diferente al del inicio de temporada.
La decisión de mover a Westbrook a la segunda unidad fue un acierto total. Harden cumple con la función de generador (20 puntos, 10 asistencias), en la que se siente más cómodo, y aprovecha el juego sin balón de un Paul George en estado de gracia (25 puntos anoche) y un Kawhi que deja destellos de la gran estrella que siempre ha sido.
Zubac, trabajador en la pintura y Mann, que es un gran defensor y puede contribuir en ataque, completan un quinteto que asusta a la NBA. Desde el banquillo, 'Russ' dirige el juego a la perfección (8 asistencias anoche) y Norman Powell se erige como el principal foco anotador, su gran especialidad.
Sólidos ante los campeones
Por si hacía falta aún más ver ese cambio, los Clippers vencieron a los campeones (111-102) en un éxtasis de último cuarto. Un parcial de 20-32 daba la vuelta al marcador y no daba opción a los visitantes. Este esfuerzo coral fue clave para contener a un sensacional Jokic, que se fue hasta los 22 puntos, 15 rebotes y 10 asistencias.
Más allá del serbio, buenos minutos de Murray (23 puntos), y un Michael Porter Jr (18) que parece más maduro en su juego. El drama de la segunda unidad lo arregló Reggie Jackson con 14 puntos desde el banquillo que fueron insuficientes.
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