Quiero llegar a la meta del 800 sana y salva". Ese era el principal objetivo de María Vicente en el heptatlón de la reunión de Götzis, su primera combinada al aire libre en casi cuatro años, después de la grave lesión que sufrió en el Mundial 'indoor' de pista cubierta del pasado año.
Y lo hizo... con creces. María Vicente volvió a ser competitiva en su primer o con el heptatlón, firmó un regreso de ensueño y coqueteó durante la mayor parte del tiempo con mejorar su propio récord de España, que fijó en 6.304 puntos en 2021.
Así Vicente comenzó en la jornada inicial con 13.44 en 100 metros vallas, siguió con 1,77 en altura, quinta mejor marca de la reunión, y con 13,60 en peso. Cerró con 23.98 en los 200 metros para sumar un total de 3.750 puntos, que la situaban en sexto lugar tras la estadounidense Anna Hall, subcampeona del mundo. María había mejorado hasta ese momento varias de sus prestaciones con respecto al día en el que logró el récord en 2021.
Ya este domingo, saltó hasta 6,41 metros en longitud, igual que hace cuatro años. Pero fue en la jabalina donde la pupila de Ramón Cid no encontró la marca que necesitaba para batir el récord nacional. Lanzó el artefacto hasta los 41,60 metros, lejos de los 47,83 que alcanzó en 2021.
Esto obligaba a María a correr los 800 metros en 2:15.94 o menos para batir el récord nacional. Finalmente hizo 2:17.18, sexta en su serie, por lo que acabó con una marca de 6.288 en un sensacional regreso, a sólo 16 puntos del récord de España y mínima RFEA para el Mundial de Tokio. La española fue novena en la clasificación global de la prueba, en la que el triunfo fue para Anna Hall, que con 7.032 puntos firmó la segunda mejor marca de la historia en la prueba, tras el récord del mundo de Joyner-Kersse.
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