La Plaza de España “es una encrucijada de caminos”, explica el propio Ayuntamiento de Madrid en un documento síntesis de sus áreas de Urbanismo y Vivienda, introduciendo que “se ubica justo entre el distrito de Centro y el distrito de Moncloa-Aravaca, en pleno centro de la ciudad”, explicando que confluyen “importantes ejes como Gran Vía-Princesa, Bailén-Ferraz o la cuesta de San Vicente”, y añadiendo “Leganitos, Juan Álvarez Mendizábal, Martín de los Heros, San Leonardo y de los Reyes” como otras calles que, según la perspectiva con que se contemplen, nacen o mueren en ella.
La Plaza de España, remodelada recientemente, “un emblemático espacio de más de 70.000 m2 que integra todos los modos de movilidad, pero priorizando especialmente al peatón”, se convertía durante las últimas horas del sábado (y la primera del domingo) en referencia principal, que no única, para la tercera Noche del Deporte organizada por MARCA, precisamente con el Ayuntamiento como patrocinador institucional, con Movistar como patrocinador principal, con Caixabank como referencia inclusiva y con la colaboración imprescindible de Quirónsalud, Roig Arena, Forus o BYD. Se trataba en cualquier caso de convertir la ciudad en un polideportivo gigante, así que la Plaza de Oriente, con gimnasia artística, rítmica y parkour, o la Puerta de Alcalá, exhibiciones de BMX y kendo, completaban la lista de enclaves utilizados.
El párrafo que empieza ahora, con la extensa relación de modalidades que encontraron hueco en la Noche del Deporte y con la evidencia de que el carácter flamante de muchas de ellas ni siquiera ha dado aún para castellanizarlas, supone un desafío para aquel lector que pretenda leerlo en voz alta sin perder el resuello. Veamos: fútbol 3vs3, baloncesto 3vs3, golf, ciclismo (tremenda, por cierto, esa Cueña les Cabres del Angliru desde el simulador), tenis de mesa, esgrima adaptada, ajedrez, dardos, boxeo, danza urbana, actividades dirigidas (hasta aquí más o menos bien), halfpipe, pickleball, gaming, subsoccer, teqball, ninjutsu, roundnet (pues eso)... y así hasta 25.
Lógicamente, nombres propios. Los de Miguel Ángel Moyá y Fátima Diamé como padrinos del evento, nada menos que un exportero internacional y una doble medallista universal. Los de Varo Hernández y Courage Adams con las BMX. Los de Ricky Pérez y David Ruiz, campeones del mundo regalando una ronda a los que se medían con ellos ante la diana. El de Ayoub Ghadfa, plata olímpica en el ring, oro humano por sus charlas contra el acoso escolar. El de Polina Berezina, liderando a las gimnastas frente al Palacio. El de Laura Ester, legendaria ‘Pajarito’, premiada como la mejor portera en la historia del waterpolo español. El de Alejandro de Miguel, campeón del mundo de golf para ciegos.
Y, por supuesto, el de Sonia Cea, concejala de Deportes de Madrid, empeñada en que la ciudad sea capital mundial en su ámbito. Ayer estaba donde tenía que estar en virtud de su cargo, en la final de la Copa de la Reina acompañando al Atlético femenino, pero no hay manera de entender la Noche del Deporte sin ella.
Miguel Ángel Moyá y Fátima Diamé cortaron la cinta
La Noche del Deporte encontró en las figuras de Miguel Ángel Moyá y Fátima Diamé un padrino y una madrina de primer nivel, cortando ambos la preceptiva cinta en la ceremonia de inauguración.
El portero, 18 temporadas en Primera, se desenvuelve ahora delante de los focos con la soltura que da ser uno de los analistas de Movistar + para LaLiga. “Tengo ya el menisco un poco desgastado”, bromeaba. Mientras, Diamé, ya en la preparación para los Mundiales de Tokio después de haber sido bronce en la cita de Nanjing bajo techo, apuntaba que “es todo un orgullo que haya niñas que quieran parecerse a mí, igual que yo quería parecerme a Niurka Montalvo”.
El evento se inauguró oficialmente minutos después de las ocho y media, pero para entonces llevaban rato en marcha las actividades. No había más que fijarse en la cola que se había formado ante la carpa de registro para entender la dimensión de La Noche, que lógicamente no fue tal hasta un buen rato después. Para cuando el sol clausuró su jornada laboral, miles de personas disfrutaban del deporte. Que también es respeto. Y que por supuesto es vida.
Laura Ester, premiada por MARCA
Laura Ester Ramos, la mejor portera de la selección española de waterpolo, recibió un galardón de MARCA por una impresionante carrera que concluyó hace apenas unas semanas. ‘Guardián del agua’ rezaba el pie de la M roja con la que se quiso reconocer un recorrido nternacional de 17 años, con un oro olímpico (París 2024) y dos platas (Londres 2012 y Tokio 2020). Laura Ester forma parte en ese sentido del ‘boom’ del deporte femenino español, cuando precisamente en los Juegos de Londres, las mujeres superaron por única vez hasta el momento el botín masculino (13 de 20 medallas). “MARCA siempre ha estado a nuestro lado, contando nuestros éxitos”, reconoció la portera una vez recogido el galardón.
Sobre la una de la mañana iba a echarse el cierre. Después de goles, canastas, piruetas, diversión... Para entonces la luna creciente se había adueñado completamente de la Plaza de España y de todo Madrid, aunque para brillo el de una cita absolutamente consolidada ya en la agenda del foro. Allá donde se cruzan los caminos, cantaba (y sigue cantando) el maestro...
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