Seguramente te hayas olvidado de ellos, pero estos objetos eran increíbles y deberían volver a Fortnite

Fortnite es un juego que ha cambiado enormemente a lo largo de los años. Para ser un gigante dentro del mundo de los videojuegos durante tanto tiempo es necesario reinventarse y mantener un proceso de evolución constante, algo que ha provocado muchas modificaciones en lo referido al Battle Royale. 

Uno de los ámbitos en los que Fortnite  más ha ido reinventándose es en el de los objetos. Hoy en día estos son muy diferentes a los que conocimos en 2017, introduciendo una gran cantidad de novedades y al mismo tiempo suprimiendo aquellos que consideraban menos útiles o que simplemente ya llevaban demasiado tiempo. 

Sin embargo, son muchos los objetos que, para muchos jugadores, eran divertidos y realmente útiles. Es por eso que a continuación te ofrecemos una recopilación de algunos de los mejores objetos que han ido desapareciendo de Fortnite con el paso de los años y que deberían regresar al videojuego de Epic Games.

La lanzadera (Launch Pad): Perfecta para escapatorias épicas

Uno de los objetos desaparecidos a los que más cariño tenían los jugadores era sin duda la lanzadera. Lo cierto es que tener una de estas te proporcionaba, por decirlo de algún modo, un seguro de vida, ya que te permitía tener una vía de escape cuando la situación se ponía peliaguda. 

Del mismo modo eran también útiles para los jugadores expertos, ya que la lanzadera te permitía tomar una gran altura para tratar de encontrar a los rivales que quedaban vivos, al mismo tiempo que te servía para realizar rotaciones cuando el ojo de la tormenta se movía en las últimas fases de la partida. 

El Grappler: Ideal para montajes y jugadas vertiginosas

Otro de los objetos que ya no se encuentran disponibles es el Grappler. Este permitía a los jugadores engancharse a las paredes y poder desplazarse de forma rápida y vertiginosa. Un elemento que sin duda permitía crear jugadas realmente inverosímiles ideales para montajes, algo que hizo que fuera muy querido. 

El Grappler permitía jugadas rápidas, escapes épicos y una movilidad divertida sin ser tan rota como las telarañas o los guantes de ODM. Además, su versión con cargas estaba bastante balanceada, de modo que no sería un objeto que llegara para romper el juego

Las trampas de pinchos: Creatividad y estrategia unidas

Los que empezaron a jugar Fortnite cuando el juego nació seguramente recuerdan todavía las populares trampas de pinchos. Un objeto que hacía que cuando entrabas a una casa o estructura tuvieras que ir con mucho cuidado, ya que no sabías cuando podían caer unos pinchos que acabaran con tu vida. 

Estas trampas daban al juego un punto superior de estrategia pero, sobre todo, de creatividad. Con el paso del tiempo pudimos ver a jugadores desarrollar increíbles estructuras en las que poner las trampas que hacían caer a sus enemigos gracias a su alto grado de sofisticación. 

Bombas Boogie: Divertidas y perfectas para creadores de contenido

Vamos con otro objeto que también estuvo presente en los orígenes de Fortnite, la Bomba Boogie. Un artilugio que ni mucho menos destacaba por estar roto o desbalanceado sino que, es más, era más bien inútil si tu objetivo era ganar la partida. 

Eso sí, hablamos de uno de los objetos más divertidos del juego y que daban lugar a jugadas espectaculares en las que acababas con tus enemigos al mismo tiempo que ellos bailaban. Esto se unía a que podías utilizarlas también con tus compañeros de escuadrón, algo que daba lugar a grandes momentos de risas y diversión junto a tus amigos.

Port-a-Fort: Ideal para principiantes

Por último, pero no menos importante, vamos a hablar de aquel objeto que con solo utilizarlo generaba un fuerte a tu alrededor con el cual protegerte. Es verdad que en este caso no hay tanta nostalgia con él, pero lo cierto es que era muy útil. 

Sobre todo hablamos de un objeto realmente bueno para jugadores principiantes, que están dando sus primeros pasos en Fortnite y que no dominan la construcción. Este te permitía cubrirte y protegerte sin tener que estar pendiente de si colocabas bien las paredes o si al mismo tiempo que construías te disparaban.